lunes, 13 de abril de 2015

Eduardo Galeano biografia, vida y MUERTE

(Eduardo Hugues Galeano; Montevideo, 1940) Escritor y periodista uruguayo cuya obra, comprometida con la realidad latinoamericana, indaga en las raíces y en los mecanismos sociales y políticos de Hispanoamérica.
Se inició en el periodismo a los catorce años, en el semanario socialista El Sol, en el que publicaba dibujos y caricaturas políticas que firmaba como Gius. Posteriormente fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época. En 1973 se exilió en Argentina, donde fundó la revista Crisis, y en 1976 continuó su exilio en España.

Eduardo Galeano
Regresó a Uruguay en 1985, cuando Julio María Sanguinetti asumió la presidencia del país por medio de elecciones democráticas. Posteriormente fundó y dirigió su propia editorial (El Chanchito), publicando a la vez una columna semanal en el diario mexicano La Jornada. En 1999 fue galardonado en Estados Unidos con el Premio para la Libertad Cultural, de la Fundación Lanna.
Su obra, traducida a mas de veinte lenguas, es una perpetua y polémica interpretación de la realidad de América Latina, estimada por muchos como una radiografía del continente. Galeano es, sin duda, uno de los cronistas de trayectoria más incisiva, inteligente y creadora de su país. Una de sus obras más conocidas esLas venas abiertas de América Latina, un análisis de la secular explotación del continente sudamericano desde los tiempos de Colón hasta la época presente que desde su publicación en 1971 ha tenido más de 30 ediciones.
En dos ocasiones obtuvo el premio Casa de las Américas: en 1975 con su novela La canción de nosotros y en 1978 con el testimonio Días y noches de amor y de guerra. En la primera obra, La canción de nosotros, abordaba el complejo tema de la lucha armada y la relación entre las fuentes culturales populares y la militancia de izquierdas de la pequeña burguesía.
La segunda, Días y noches de amor y de guerra, es una crónica novelada de las dictaduras de Argentina y Uruguay, aunque hay continuas referencias al entorno latinoamericano. En ella se relatan las vivencias de un periodista en un país aplastado por el poder militar y paramilitar en un período atroz, marcado por la violencia ejercida sobre los discrepantes. Sin embargo, junto al horror de amigos que desaparecían en ocasiones "por error" y otras simplemente por pensar por sí mismos, están el amor, los amigos, los hijos, el paisaje, todo aquello que aun en la oscuridad de una guerra sucia y despiadada contra los más débiles sigue siendo motivo para vivir, defender las ideas y alzar la voz contra los que actuaban impunemente para implantar el miedo y la consiguiente paralización. En primera página ya se anuncia: "Todo lo que aquí se cuenta, ocurrió. El autor lo escribe tal como lo guardó en su memoria. Algunos nombres, pocos, han sido cambiados". Aunque los hechos son, pues, dolorosamente reales, están contados con sobriedad, sin llegar al regodeo y la autocompasión.
Su trilogía Memoria del fuego, que combina elementos de la poesía, la historia y el cuento, está conformada por Los nacimientos (1982), Las caras y las máscaras(1984) y El siglo del viento (1986), y fue premiada por el Ministerio de Cultura del Uruguay y también con el American Book Award, distinción que otorga la Washington University. La obra es una cronología de acontecimientos culturales e históricos que proporcionan una visión de conjunto sobre la identidad latinoamericana. Por su audaz mezcla de géneros y su talante crítico es quizá una de las obras más ilustrativas de la labor de Galeano.
En Memoria del fuego, Eduardo Galeano lleva a cabo una revisión de la historia de Latinoamérica desde el descubrimiento hasta nuestros días, con el propósito de enfrentarse a la "usurpación de la memoria" que él denuncia en la historia oficial. Se trata de un texto de carácter híbrido, entre el relato y el informe, entre la recopilación de poemas y la transcripción de documentos, entre la descripción de los hechos y la interpretación de los movimientos sociales y culturales que los sustentan.
Excepto la primera parte de Los nacimientos, titulada "Primeras voces", la obra se estructura como un mosaico de breves textos independientes que, sin embargo, encajan y se articulan entre sí para formar un cuadro completo de los últimos quinientos años de la historia de América, siempre desde la perspectiva de los desheredados y buscando la diversidad en los temas, las voces y los estilos. Cada uno de estos textos va encabezado por el año y el lugar en el que tiene lugar el episodio que se narra. Al pie del mismo se citan las obras que documentan los datos allí recogidos.
El criterio que se sigue para la ordenación de estos fragmentos es estrictamente cronológico, mientras que el criterio geográfico es intencionadamente ignorado, para mejor conseguir la impresión de unidad de la historia americana, más allá de unas fronteras a menudo fijadas en función de intereses ajenos a las verdaderas realidades nacionales y a golpe de guerra fratricida o de abuso imperialista.
Por otra parte, Galeano huye explícitamente de la imparcialidad, no busca la construcción de un discurso aséptico, en el que los hechos y las gentes queden igualados por una mirada presuntamente objetiva. Su pretensión, y sin duda su logro, es reflejar el drama de América en su multidimensionalidad: el juego del poder; la lucha de los oprimidos en pos de su emancipación; la creación de un arte y una literatura genuinos, más allá del mimetismo colonial; las transformaciones sociales y económicas; la evolución de las relaciones interamericanas y con el exterior, etc. El punto de vista es abiertamente partidista, rechazando todo aquello que ha instalado a América Latina en una subordinación que se pretende inevitable y la brutal explotación y el aniquilamiento a que han sido sometidos los pobres de todo el continente, incluyendo a los marginados del Norte poderoso y opulento, sean indios, negros, chinos o chicanos.
Escritor prolífico, la obra de Eduardo Galeano abarca los más diversos géneros narrativos y periodísticos. Otros títulos suyos a destacar son Los días siguientes(1962), China, crónica de un desafío (1964), Los fantasmas de día de León (1967),Guatemala, país ocupado (1967), Nosotros decimos no (1989), El libro de los abrazos (1989), Las palabras andantes (1993), El fútbol a sol y sombra (1995), Las aventuras de los jóvenes dioses (1998), Patas arriba. La escuela del mundo al revés(1999), Bocas del tiempo (2004) y Espejos. Una historia casi universal (2008).
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LITERATURA

A los 74 años de edad

Muere Eduardo Galeano, molde de todos los escritores comprometidos

  • El autor de 'Las venas abiertas de América Latina' se convirtió en la la primera referencia crítica e intelectual para millones de lectores.

Muerte Galeano Jorge Barreno
     
Galeano, Viglietti, Benedetti; los tres nombres en sucesión sonarán para millones de lectores latinoamericanos (y para muchos españoles también) a delantera antigua o a sueño de adolescencia, que es casi lo mismo: justicia, amor romántico, humanismo... Benedetti, el sensible, murió en 2009; Galeano, el intrépido, se ha ido esta mañana, a los 74 años, el mismo día de la muerte de Günter Grass, viejo colega de militancias. Viglietti, el trovador, será el final de la saga.
'Las venas abiertas de América Latina', su gran libro, ha sido, desde los años 70, la puerta de entrada en el mundo de la vida intelectual para varias generaciones de latinoamericanos. Después, el viaje habrá consistido, para muchos, en refutar a Galeano, en pensar lo contrario de la causa que alguna vez juraron defender por siempre. Pero casi nadie habrá ignorado aquel libro.
'Las venas abiertas' apareció en 1971, en la edad de la inocencia: Cuba no era aún sospechosa o, si lo era, aún era posible creer, mirar con un poco de perspectiva y pensar que de la isla iba a venir un mundo mejor. En su estela pero un poco más allá, Galeano, Benedetti y Viglietti tomaban el mensaje de la izquierda de sus hermanos mayores y le añadían un aire más amable: hedonista, juguetón, romántico... Más Neruda y menos Che Guevara. No había que ser un socialista científico todo el tiempo, no había que ir de uniforme ni dar la lata con las bondades de la Unión Soviética. También estaba bien ser partidario del fútbol, de los amoríos y del vino. 'Humanismo' y 'compromiso' se convirtieron en las palabras claves. Puede que hoy las leamos con una sombra de cinismo, pero su atractivo en los años 70 era invencible.
El propio Galeano acabó por tomarse un poco a broma su papel de evangelista del nuevo mundo, a reconocer que 'Las venas abiertas' era un libro con demasiadas ambiciones para las capacidades de su autor en su momento. ¿Pero? Pero dio con la tecla al proponer una historia de América Latina en clave de descolonización: una historia de opresores y oprimidos que capturaba perfectamente el espíritu de la época y que se enfrentaba a las dictaduras que, no deberíamos olvidarlo, dominaban el continente. Además, traía el sonido dela prosa encantadora del periodismo-casi-literatura de los años del Boom. Demasiado como para resistirse.
"Yo no quise escribir una obra objetiva. Ni quise ni podría. Nada tiene de
neutral este relato de la historia. Incapaz de distancia, tomo partido: lo confieso y no me arrepiento. Sin embargo, cada fragmento de este vasto mosaico se apoya sobre una sólida base documental. Cuanto aquí cuento, ha ocurrido; aunque yo lo cuento a mi modo y manera", escribió Galeano en 'Memoria del fuego'.
¿Cómo ha envejecido esa literatura política, persuasiva, sentimental y, a la vez, un poco inocente, siempre a favor de los buenos y en contra de los malos? Depende del ánimo de cada uno, de su momento. Cuando murió Benedetti, al principio de la actual crisis económica y de valores, su nombre sonaba un poco a alcanfor. Aquí y allá circulaban historias más bien sórdidas sobre su vida que abarataban los buenos sentimientos de su literatura. Hoy, muere Galeano y por todas partes aparecen mensajes que lo reivindican, que piden "más galeanos para este mundo".
¿Y por qué no? No hay para Galeano grandes reproches personales como para su amigo poeta. El relato de su vida suena casi actual: Galeano nació en una familia burguesa y conservadora, pero el futuro escritor quiso empezar su carrera por el método de 'proletarizarse'. Trabajó en talleres editoriales hasta llegar a la redacción. Y entonces, desde el periodismo, emprendió una obra que a veces derivaba en ensayo, a veces en ficción y a veces en memorias. El general Videla lo condenó a muerte y los caudillos de izquierdas se dejaron zalamear por élHabló de fútbol antes de que ningún otro intelectual se animara a decir que aquello era asunto suyo, y lo convirtió, al fútbol también, en un asunto político. Se ofreció a apoyar con su fama a todas las causas justas habidas y por haber. Alguna vez se equivoco, por supuesto; o quizá estuvo siempre equivocado. Pero quién no.
TOMADODE: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/galeano.htm
TOMADODE http://www.elmundo.es/

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