martes, 16 de junio de 2015

Leyes discriminatorias de Israel

Roland Nikles

Fuente: The Adalah Database of Discriminatory Laws in IsraelNews, Reviews & Views, 12/06/2015

TRADUCCIÓN ¡Árabes a las cámaras de gas!
Los defensores de un estado “judío y democrático” admiten que, aunque la ocupación de los territorios palestinos terminara y surgiera un estado palestino independiente junto a Israel, el estado “judío y democrático” todavía otorgaría privilegios a los judíos (75 por ciento) que no tendrían los ciudadanos no-judíos (25 por ciento) del estado de Israel: en sus símbolos (la bandera y el himno nacionales), en las fiestas nacionales y, sobre todo, en su política de inmigración.
Aunque el deseo de un estado judío es algo comprensible después del Holocausto, el uso de la discriminación étnica, que es necesaria para lograr y mantener la hegemonía de una mayoría judía en el país sobre todos los demás grupos étnicos, es realmente problemático. En una entrevista realizada en 2010 con Peter Beinart, un sionista liberal, este dijo: “Ni siquiera estoy pidiendo que [Israel] permita la ciudadanía plena e igual de los árabes israelíes, ya que eso supondría que Israel dejaría de ser un estado judío. Estoy dispuesto a renunciar a mi liberalismo por la seguridad de Israel y por su estatus como estado judío”.
Lo que Peter Beinart diría es que el estado “judío y democrático” debe tener cuidado en extender los derechos plenos e iguales y los privilegios en todas las esferas de la vida, pero solo en la medida en que no comprometan el “estado judío”. El problema es que, una vez que aceptas un trato desigual de los ciudadanos, en algunos aspectos, en base a su identidad étnica o su religión, ya te has introducido en una pendiente resbaladiza. ¿Dónde se traza la línea?

En 2012, el Centro Jurídico para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel Adalah publicó un informe, “Bases de datos de leyes discriminatorias”, que recogía y analizaba más de 50 leyes “promulgadas desde 1948 que discriminan, directa o indirectamente, a los ciudadanos palestinos de Israel en todas las áreas de la vida”. La base de datos ha sido actualizada.
Si consultamos la base de datos, no deberíamos obsesionarnos con esa cantidad de 50 leyes. Muchas no son discriminatorias a primera vista, pero, al parecer, fueron aprobadas con fines discriminatorios y han sido aplicadas de una forma discriminatoria. No existe ninguna cláusula constitucional de igualdad ante la ley a la que recurrir en Israel. Hay cosas que pueden corregirse, pero algunas discriminaciones, como señaló Beinart, son inherentes a un estado que se autodefine en base a la pertenencia étnica. Y eso no puede corregirse.
He aquí unos breves comentarios de algunas leyes flagrantemente discriminatorias que han sido incluidas en la base de datos de Adalah.
Las discriminaciones más graves se establecieron muy pronto y se relacionaron con el control de la tierra y la ciudadanía. Primera, el estado se apoderó y controló alrededor del 93 por ciento de todas las tierras situadas en el interior de las líneas del armisticio de 1949; posteriormente, el estado ha utilizado estas tierras preferentemente en beneficio de la mayoría judía y ha negado a los palestinos permisos para construir, impidiendo su desarrollo. Segunda, el estado estableció preferencias discriminatorias sobre quién podía inmigrar, retornar o, en una palabra, permanecer en el país como ciudadano.
  1. La ley de 1950 sobre confiscaciones de propiedades de ausentes. Esta ley define a las personas que fueron expulsadas, huyeron o abandonaron el país después del 29 de noviembre de 1947 como “ausentes”. Las propiedades de los “ausentes” fueron expropiadas y colocadas bajo el control del estado de Israel. La ley citada fue el principal instrumento legal empleado por Israel para apoderarse de las tierras que pertenecían a los refugiados palestinos internos y externos, así como las propiedades de Waqf [véase la Wikipedia, N. del T.]. Esta ley sigue siendo utilizada en la actualidad por agencias cuasi-gubernamentales para apoderarse de propiedades palestinas, sobre todo en Jerusalén Este.
  2. La ley de retorno de 1950. Permite que cualquier persona judía emigre a Israel, así como sus hijos, nietos, cónyuges y los cónyuges de sus hijos y nietos. La otra cara de la moneda es que los derechos de los palestinos y otros a volver a sus hogares y convertirse en ciudadanos, aunque hubieran nacido en el territorio, son extremadamente restrictivos. Esta discriminación de los no-judíos ha sido periódicamente reforzada. Así, por ejemplo, una ley de 2003 que proscribe la reunificación familiar prohíbe a los ciudadanos de Israel vivir con sus cónyuges palestinos originarios de Cisjordania o Gaza.
  3. En 1952, el estado de Israel autorizó a la Organización Sionista Mundial, la Agencia Judía y otras organizaciones sionistas fundadas a finales del siglo XIX y comienzos del XX a operar en Israel como entidades cuasi-gubernamentales, con el fin de promover los objetivos del movimiento sionista, en detrimento de las minorías.
  4. La ley de adquisición de tierras de 1953 transfirió las tierras de 349 pueblos y ciudades árabes (120.000 hectáreas, aproximadamente) al estado para ser utilizadas, preferentemente, por la mayoría judía.
  5. En 1953, el parlamento israelí, conocido como Knesset, otorgó estatus de autoridad gubernamental al Fondo Nacional Judío para la compra de tierras que habrían de ser utilizadas exclusivamente por judíos. El estado concedió ventajas financieras —como desgravaciones fiscales— para facilitar esas compras.
  6. En 1960, el estado aprobó una ley que estipula que la propiedad de “tierras israelíes” —a saber, el 93 por ciento de las tierras bajo control del estado, del Fondo Nacional Judío y de la Autoridad de Desarrollo— no puede ser transferida bajo ningún concepto.
    Aunque la mayoría de los palestinos que permanecieron en el recién creado estado de Israel recibió la ciudadanía israelí, fueron sometidos a la ley marcial hasta 1966. La necesidad de obtener permisos para viajar, los toques de queda, las detenciones administrativas y las expulsiones fueron algo habitual hasta 1966. Una vez que los palestinos se libraron de la ley marcial, se aprobaron leyes que definían claramente la supremacía de los israelíes étnicamente judíos.
  7. En 1969, el estado aprobó una ley que concedía reconocimiento legal a las instituciones culturales y educativas y definía sus objetivos como, entre otras cosas, el desarrollo y el logro de los objetivos sionistas para promover la cultura y la educación judías, a expensas de los objetivos de las minorías.
  8. Hay una ley que ordena que las sesiones del parlamento israelí deben iniciarse con la lectura de unas partes de la declaración de independencia que enfatizan la relación exclusiva del estado de Israel con el pueblo judío.
  9. Otra ley prohíbe cualquier partido político que niegue la existencia de Israel como estado “judío”. En otras palabras, un partido que defienda la igualdad de derechos para todos los ciudadanos de Israel, independientemente de su origen étnico, no podrá concurrir a las elecciones.
  10. Hay leyes que establecen sistemas educativos separados que son, además, desigualmente administrados.
    Más recientemente, la Knesset ha aprobado leyes cuyo objetivo es impedir que los ciudadanos palestinos sean tratados en pie de igualdad.
  11. En 2011, la Knesset aprobó una ley que permite a centenares de comunidades judías locales excluir a solicitantes de empleo según criterios étnicos o religiosos. La Corte Suprema sostuvo esta ley en septiembre de 2014.
  12. También en 2011, el parlamento israelí aprobó una ley que prohíbe llamar al boicot de Israel, de sus instituciones o de cualquier persona debido a su afiliación con Israel, incluyendo los asentamientos de los territorios ocupados. La ley crea un derecho privado de acción de las personas objeto de boicot para demandar por daños y perjuicios. Como ha dicho Noam Sheizaf, “puedes boicotear cualquier cosa en Israel, salvo la ocupación”. Esta vaga ley está claramente dirigida contra los palestinos que apoyan al movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), mientras se permite a gente como Avigdor Lieberman llamar con impunidad al boicot de las empresas propiedad de personas árabes. La ley fue confirmada por la Corte Suprema de Israel el 15 de abril de 2015.
    Como quedó demostrado con su decisión de sostener esta ley, la Corte Suprema no ha logrado frenar la evolución hacia la derecha de la política israelí.
Traducción: Javier Villate (@bouleusis)
TOMADO DE: http://blog.disenso.net/

No hay comentarios:

Publicar un comentario