domingo, 12 de julio de 2015

Ser opositor es aceptable. 


Ser apátrida es vergonzoso


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Nuevamente la oposición de nuestro país vuelve a mostrar sin ningún disimulo el desprecio por nuestra patria. 
Hasta hace pocos días, criticaban duramente que el gobierno no tomara medidas inmediatas, sobre las declaraciones ofensivas de Guyana hacia Venezuela y la presencia de la trasnacional petrolera Exxon Mobil en aguas del Esequibo, no faltó quien dijera que Maduro estaba entregando el Esequibo, y una airada María Corina Machado, tuiteo que Maduro no podía hacer esto, porque él sabía que había traicionado al pueblo, que por eso seguía postergando dar la cara en la Asamblea Nacional.
O sea para despotricar y tratar de encender la mecha son excelentes oradores, pero al momento de demostrar el verdadero sentimiento patrio, y asumir con dignidad las banderas de la defensa de nuestro país, esconden la cabeza como la tortuga y se sellan las manos a los bolsillos, para no levantarlas.
Llegó el tan esperado día que Nicolás Maduro expusiera con lujo de detalles, el porqué y el cómo, volveremos como país a retomar la defensa del Esequibo.
En esa exposición pudimos enterarnos muchos de nosotros de detalles y acciones que ignorábamos por completo. Como por ejemplo la forma abrupta e irregular de cómo fue repartido un pedazo de nuestra patria, ganada a sudor y sangre por nuestros libertadores, razón tiene el profesor Pompeyo Torrealba, al decir que nosotros somos los culpables, de que nos hayan despojado del Esequibo.
Con respecto a lo que muchos ignoramos, es que dolorosamente tenemos que reconocer que las clases de Geografía e Historia que a nosotros los escolares de la época nos impartían eran bastante carentes de amor al aprendizaje, todo lo explicaban de forma mísera, como para mantenernos ajenos a la verdadera historia de nuestro país.
Con Hugo Chávez aprendimos tanto, él abrió las puertas a mundo maravilloso llamado lectura, y cultivó la semilla de la investigación, y ese deseo de aprender cada día más de nuestra historia y de la historia universal. Nuestro gigante, era como una biblioteca repleta de información y enseñanza.
Volviendo al caso que me trajo aquí, en esa elocución del Presidente de la República, él pidió a la bancada opositora, dejar de lado, el discurso electoral, dejar de lado, los colores políticos, las diferencias e ideologías, pidió el apoyo y la unidad como venezolanos, ¿Cuál fue la respuesta? Unas caras largas dignas de un escolar. a las siete de la mañana sin haber desayunado, escuchando una clase muy aburrida.
Ni un gesto afirmativo, ni una señal de confirmación que estaban de acuerdo, el silencio vuelve a envolverlos tal cual como el día, que como venezolanos debieron decirle a Barack Obama, que derogara el decreto infame que nos impuso.
En donde está el venezolanismo que los envuelve cuando gritan a los cuatro vientos que Maduro está entregando el esequibo, que es nuestro.
O es que solo utilizan ese verbo encendido con fines políticos o para buscar en Maduro una reacción que lo comprometa, ¿Que buscan que Maduro actué con imprudencia y le haga juego a las declaraciones groseras del Presidente de Guyana hacia nuestro país, y de esta forma crear un conflicto? Con esas dos actitudes, la primera vociferar, encender alarmas, crear expectativas, y la segunda callar vergonzosamente, demuestran que siguen apostando a una intervención extranjera en nuestro país.
Siguen vendiendo a Venezuela, siguen dándole la espalda a todo lo que predican.
Cualquiera puede ser opositor, todo aquel que quiera disentir del gobierno, está en su pleno derecho, pero de ahí, a quedarse callado, cuando se le pide apoyo, para defender la tierra que le heredaremos a nuestros hijos, hay un trecho muy largo, que los dejará muy mal parados con la historia.
 Y más aún después de escuchar al profesor Paravisini, cuando dice: Que el barco de la Exxon Mobil, tiene anclado en aguas territoriales, más allá de la exploración está como un factor de amedrentamiento y provocación, esperando que el gobierno venezolano, tome alguna acción equivocada y así de esta forma justificar, cualquier acción o arremetida en contra de Venezuela, por considerarnos un país agresor.
 ¿Qué cosa no? Tan conveniente justo cuando en los EEUU decretan que somos una amenaza y este decreto sigue vigente.
Está oposición nuestra, sigue subestimando a nuestro presidente obrero.
No terminan de entender que Nicolás Maduro, su gobierno y este pueblo seguirá apostando a la paz, mientras que ellos sus caretas de demócratas han sido sustituidas por una de hipócritas. Porque predican lo que no sienten y defienden en lo que no creen ni les importa.
TOMADO DE: http://www.aporrea.org/

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