jueves, 10 de diciembre de 2015

El desierto de lo real

LETRA ORDINARIA/

ÁNGEL DANIEL GONZÁLEZ


Una bofetada. Así ilustró, con gran exactitud, el presidente Maduro la derrota electoral que sufrieron las fuerzas políticas del chavismo. Una bofetada, dijo, que debe servir para despertar y avanzar de cara a los desafíos que tenemos por delante. Utilizó la palabra clave “despertar”, que debe ubicarse en el centro del análisis necesario para toda la estructura de lo que se llama chavismo: gobierno, formaciones políticas, organizaciones, militantes, pueblo, trabajadores, dirigentes, funcionariado, etc. Si hay que despertar es porque estuvimos inmersos en algo como un sueño, o una somnolencia, algo que, en cualquier caso, se desplaza del lugar de lo real. Despertar significa recobrar el contacto con lo real y darse cuenta de inmediato de la distancia y las diferencias entre lo que vivimos como una realidad aparente y lo que se presenta cierto como una realidad verdadera.
Así, nuestro contacto en primera instancia presenta tres verdades que deben ser verbalizadas para asumirlas en acción consciente. 
La primera, que lo que llamamos la “derecha”, la contrarrevolución política, tiene fuerza material, concreta y significativa, y la va a usar. La oposición va a enfilarse con todo a destruir al Gobierno Revolucionario por la vía que sea. Y tienen varias: el golpe parlamentario, como sucedió en Honduras y Paraguay y está en curso en Brasil; el estrangulamiento económico que ya viene corriendo desde hace dos años y ha demostrado su eficacia, lo van a recrudecer hasta lograr la base para ganar un referendo revocatorio; la reversión legislativa de varios logros o estructuras de gobierno de la Revolución, así como el bloqueo a toda acción de gobierno, lo que generaría un posible movimiento social que genere desestabilización. 
En esta última se apela a la presión sobre los poderes fácticos de la nación para obligar una eventual renuncia presidencial. Ramos Allup lo dijo a
 minutos de conocerse los resultados, declaró que el 
Gobierno no va a llegar a su término. En fin, estamos, 
como nunca antes, a las puertas del fascismo.
La segunda verdad es que hemos andado sobre terrenos falsos. Apuntamos hacia la conciencia y la congregación de voluntades sobre la base de los ideales comunes que nos identificaron como movimiento. Trabajamos sobre lo subjetivo y de alguna manera nos confiamos. Este escenario nos muestra que no era verdad que en el chavismo contábamos con el favor del pueblo en cualquier circunstancia. El pueblo nos envió un mensaje urgente, es necesario hacer las cosas de forma diferente. 
Y aquí nos conectamos con la tercera verdad: como Gobierno tenemos fallas concretas en la solución de problemas materiales. Lo intentamos de una manera y no lo logramos. Los éxitos políticos de la Revolución son tan reales y ciertos como las dificultades y falencias económicas. 
Revisar, rectificar y reimpulsar es responsabilidad de
 todos y este proceso parte de espabilarnos y recorrer
 la distancia entre el terreno donde construimos una
 realidad creída y el desierto de lo real que estaba debajo
 de nuestros pies.
letraordinaria.blogspot.com
TOMADO DE: http://ciudadccs.info/

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