lunes, 14 de diciembre de 2015

Luis Britto: La Historia de Venezuela

 no concluye hoy

Por: María del Carmen Ramón
11 diciembre 2015 | Cubadebate

Luis Britto García. Foto: Archivo de CubadebateLuis Britto García. Foto: Archivo de Cubadebate

El resultado de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en la República Bolivariana de Venezuela marcó significativamente a quienes vimos nacer y crecer el proyecto bolivariano.  ¿Qué razones llevaron a este resultado? ¿Qué podría hacer la oposición de Venezuela luego de su victoria parlamentaria y qué desafíos tiene la Revolución Bolivariana por delante?  Sobre estas y otras preguntas contesta en exclusiva para Cubadebate el reconocido historiador y escritor venezolano, Luis Britto, quien es enfático al afirmar que la historia de Venezuela no concluye ahí.
—¿Qué significado desde lo simbólico puede tener que el día en que se cumplían 17 años de la primera victoria de Hugo Chávez la oposición venezolana ganara las elecciones parlamentarias? A partir de su interpretación, ¿qué razones llevaron a ese resultado?
—En cuanto al significado simbólico, no creo que sea muy grande, pues no recordaba ese aniversario. Sobre las razones de ese resultado, supongo que la inactividad del gobierno para combatir la especulación, el acaparamiento y la corrupción. Durante más de dos años el pueblo venezolano ha sido sometido a una guerra económica como la que se declaró contra Salvador Allende.
“Los capitalistas han obtenido dólares a tasa preferencial del gobierno para importar bienes básicos, y luego no han importado nada, o desaparecen como empresas de maletín. El gobierno no ha tomado medidas para sancionar drásticamente esas conductas.
“Quizá una parte de la población se sintió desamparada, y decidió no votar a favor de quien aparentemente la desamparaba. Es oportuno señalar que los resultados electorales no corresponden a un gran crecimiento de la derecha, que en la elección presidencial de 2013 obtuvo 7.363.980 sufragios y ahora junta 7.707.322, apenas un 4,22% más. Se trata de una abstención del voto bolivariano, creo que provocada por la inacción del gobierno contra corruptos, acaparadores y especuladores”.
—Maduro ha dicho que, aunque se ha perdido una batalla, la lucha por la construcción del socialismo continúa. ¿Qué posibilidades aún tiene por delante la Revolución Bolivariana?, ¿Qué desafíos tiene?
—El movimiento popular ha renacido de derrotas más duras. El 27 de febrero de 1989 toda la población venezolana se sublevó contra un paquete del Fondo Monetario Internacional, y millares fueron masacrados. El 4 de febrero de 1992 hubo una rebelión militar contra ese Paquete, derrotada en lo estratégico, pero que lanzó la figura triunfante de Hugo Chávez Frías. La Historia de Venezuela no concluye hoy.
“Tiene desafíos por delante. Primero que todo, capear el temporal desatado por la impunidad de corruptos, acaparadores, especuladores y contrabandistas de extracción. Segundo, sancionarlos en forma implacable, para que el electorado que se abstuvo comprenda que no hay complicidad entre el gobierno y esos delincuentes.
“Tercero, reformar el aparato comunicacional que está en su poder para explicar de manera eficaz al pueblo el verdadero sentido y las ventajas del socialismo, y hacerle patente lo que el neoliberalismo le arrebatará. Cuarto, poner en pie de lucha movimientos sociales, sindicatos y otras organizaciones contra la venidera arremetida neoliberal, que se traducirá en despidos masivos, retiro de derechos laborales y de pensiones.
“Quinto, hacer valer la disposición constitucional que pauta que las conquistas sociales son irreversibles. Sexto, extremar las medidas policiales y de seguridad contra el paramilitarismo, que ya se perfila como el brazo armado del neoliberalismo.
“Séptimo, iniciar una profunda reestructuración del Partido Socialista Unido de Venezuela y de otras organizaciones del Polo Patriótico, para corregir fallas, ineficiencias, burocratismos y usos ventajistas del poder.
“Octavo, desechar radicalmente la idea de pactos o componendas “pragmáticas” con el empresariado y la derecha, en vista de los resultados catastróficos de la convivencia hasta ahora aplicada. Noveno, reforzar la formación ideológica de los militantes, y la del pueblo en general. Décimo: predicar con el ejemplo, el más convincente de los argumentos”.

votaciones fotos Kaloian-19Venezuela deberá hacer valer la disposición constitucional que pauta que las conquistas sociales son irreversibles. Foto Kaloian.

—Según la Encuesta Nacional de Juventud de 2013, el 60% de los venezolanos de entre 15 y 29 años creía que el socialismo era el mejor sistema económico, frente a un 21% que se decantaba por el capitalismo. ¿Ha cambiado esta esencia en el pueblo venezolano, en los jóvenes? ¿Qué fortalezas aún están presentes? 

—Esa encuesta fue realizada cuando apenas empezaba la Guerra Económica que ha golpeado duramente a los venezolanos. Con tu permiso, te voy a citar palabras de Fidel, que Chávez menciona en su autobiografía verbal Cuentos del Arañero.
Narra Hugo Rafael que Fidel le dijo:
“Mira, una conclusión que he sacado, tú dijiste en el discurso…”. Y peló por el discurso, el discurso mío lo tenía completico, y un resumen, y analizado por su propia letra, notas y números. Me dijo: “Tú dijiste en tu discurso una frase, una cifra, que hace diez años había en Venezuela seiscientos mil estudiantes universitarios, hoy hay dos millones cuatrocientos mil”. Eso es cierto, un crecimiento de cuatrocientos por ciento. Pero él tenía una lista larga de avances en educación, de salud, todo lo que hemos logrado, los avances sociales en estos diez años. Y me dijo: “He sacado una conclusión, Chávez. Ninguna Revolución que yo conozca, ni la cubana, logró tanto por su pueblo en lo social, sobre todo en tan poco tiempo, como la Revolución Bolivariana”. ¿Saben cuál es la segunda? Así me lo dijo: “He concluido que ustedes no quieren sacarle provecho político a estos avances sociales”.

Como en tantas otras cosas, Fidel tenía razón. En Venezuela arrastramos una grave carencia de formación ideológica. No ha habido experiencias consistentes de escuelas de formación de cuadrosSe ha entregado al pueblo de todo: atención médica gratuita, alimentos, medicinas y combustible subsidiados y 900.000 viviendas en los últimos años, millares de taxis nuevos, computadoras para los cursantes de Educación Primaria y tablets para los estudiantes de Educación Superior, la cual es gratuita.
Por falta de una campaña educativa, el pueblo ha llegado a creer que todo eso cae del cielo, y que no presupone un arduo trabajo ni hay que defenderlo.

—”Comenzó el cambio en Venezuela”, dijo la MUD, ¿específicamente a qué cambio se refieren? ¿Qué podría hacer la oposición de Venezuela luego de su victoria parlamentaria?
—En un año la derecha puede ahuyentar todos los votos que ha obtenidos con engaño, aplicando de nuevo las medidas neoliberales que le quitaron el poder y que no puede dejar de aplicar.
Continuará subiendo los precios hasta hacerlos incosteables, acaparando, desapareciendo bienes, especulando. Oportunas leyes anularán las prestaciones sociales de los trabajadores y restablecerán los créditos indexados, con intereses sobre los intereses.
Otras normas liberarán precios, alquileres y tasas de interés, aniquilarán progresivamente la educación gratuita, eliminarán subsidios, dispondrán el fin de las misiones sociales y reformularán el Presupuesto para disminuir drásticamente a menos de la mitad el 61% del gasto público que ahora se dedica a la inversión social.

—¿Es posible la convivencia entre un legislativo opositor y un ejecutivo socialista? ¿Qué variantes podrían ocurrir en un futuro?
—Sobre la convivencia entre socialismo y capitalismo, me gusta repetir la Parábola del Gallinero Mixto. Un granjero crea un gallinero mixto, la mitad de gallinas y la otra mitad de zorros. A la semana los zorros se han comido a las gallinas, y devoran al granjero.

-La falsa idea de que podía convivir con la derecha inundándola de dólares para que hiciera importaciones fantasmas es una de las causas de la escasez que precipitó el resultado electoral negativo.

-La derecha proseguirá su ininterrumpida acción de 17 años para la destrucción del poder bolivariano. Alegará que la derrota en las elecciones para el Legislativo es plebiscito que debe obligar a la renuncia del Presidente; convocará contra éste un referendo revocatorio; destituirá vicepresidentes y ministros mediante votos de censura; negará la sanción para la Ley de Presupuesto y créditos adicionales; derogará la Ley habilitante y todas las leyes que consagren beneficios sociales; negará la autorización para celebrar contratos de interés nacional; negará permiso para designar a los jefes de las misiones diplomáticas permanentes.

—Parecería que vienen malos tiempos para América Latina: Mauricio Macri presidente de Argentina, y ahora esta victoria de la oposición en las legislativas de Venezuela ¿Cómo interpretar estos hechos? 
Los gobiernos progresistas también se ven afectados por la baja en las exportaciones de sus productos que impone la crisis mundial. 
Ello restringe la inversión social, y atrae el descontento de los electores. Ojalá este descontento no los induzca a votar por sus enemigos neoliberales, y a enfrentar situaciones como la de los argentinos cuando fueron despojados por el corralito bancario, o la de los venezolanos masacrados en 1989 cuando se sublevaron contra un paquete del Fondo Monetario.

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El chavismo ante su prueba más


 dura y difícil


Por: Angel Guerra Cabrera


10 diciembre 2015 | CUBADEBATE
El resultado de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en la República Bolivariana de Venezuela constituye el más duro revés infligido al chavismo por la contrarrevolución y el imperialismo.

Seguramente el gobierno bolivariano ha cometido errores de importancia que contribuyeron a esta derrota y deberán ser evaluados por sus líderes y por los militantes revolucionarios de ese país para adoptar los correctivos que exijan. Es una tarea de ellos en la que no me inmiscuiré.

Pero más allá de eso, lo que muestra este desastroso desempeño electoral es la creciente asimetría de condiciones en que se han visto forzados cada vez más a desenvolverse los gobiernos de izquierda ante los continuos torneos comiciales a que obliga la democracia representativa, con el desgaste que ello implica. En su caso, no se trata, como los gobiernos neoliberales, de limitarse a administrar el sistema, subordinados a los dictados de creciente depredación y saqueo de pueblos del capitalismo neoliberal y sus centros imperiales de poder financiero; sino de construir un nuevo proyecto social.

Estas elecciones venezolanas se desarrollaron en un marco geopolítico y una correlación de fuerzas distintos al de las 19 organizadas anteriormente por el gobierno bolivariano.

Primero, la derecha y Estados Unidos han conseguido recomponerse después de la sorpresa que les depararon la rebelión de las masas populares de América Latina y el Caribe(ALC) contra el neoliberalismo y sus importantes consecuencias. Entre ellas, el surgimiento de un líder de la talla de Hugo Chávez y de otros de gran valía que llegaron a ocupar la presidencia de varios países de la región, e iniciaron procesos de redistribución de la riqueza orientados en lo externo a romper la dependencia de Estados Unidos, impulsar la unidad e integración latino-caribeña y la emergencia de un mundo multipolar.

Segundo, repuestas de la sorpresa y el susto que les produjo la nueva realidad, esas fuerzas desencadenaron una contraofensiva con el propósito de derrocar por distintas vías a los gobiernos posneoliberales de ALC. La misma fue intensificada a partir del fallecimiento del comandante Chávez, una pérdida cuyo carácter extremadamente sensible no escapó a su percepción.

Tercero, ese accionar ha comprendido –con énfasis particular en el caso venezolano- la aplicación del recetario de las llamadas guerras de cuarta generación: guerras económica, diplomática y mediática, así como otras formas solapadas o violentas de acción, legal e ilegal, incluyendo la intervención del paramilitarismo en asesinatos de líderes populares y la desestabilización interna.

A la especulación del capital local e internacional con los fondos financieros del gobierno bolivariano, el acaparamiento y el desabasto se unió la caída de los precios del petróleo, a todas luces una jugada de Washington contra Rusia, Irán y Venezuela. Es este el factor que más daño hizo a la capacidad de maniobra de Caracas ante el embate de la derecha local e internacional.

Como si todo esto fuera poco, cabe recordar que el presidente Obama firmó un decreto el 6 de marzo de este año que calificaba a Venezuela como “un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos”. Es con esta pistola en la sien y el acoso y agobio ya expuestos que concurrieron a votar este 6 de diciembre los venezolanos.
Cabe recordar que las revoluciones auténticas, como la bolivariana y chavista, no surgen ni orientan su rumbo con arreglo a los tiempos o eventos electorales. Sí, la derrota sufrida es de gran trascendencia. 
La victoria electoral lograda por la contrarrevolución al obtener la mayoría calificada en la Asamblea Nacional, le otorga una cuota enorme de poder político que podría eventualmente permitirle el desmantelamiento de los logros sociales del chavismo pero no significa el fin de la revolución.
El chavismo, sujeto político fundamental de ella, está vivo y si se mantiene estrechamente unido, explica al pueblo la gravedad de la situación creada, traza una estrategia inteligente frente a la nueva situación y construye una amplia coalición de fuerzas populares puede recomponerse y preparar el contragolpe contra una derecha que va por todo.

El momento en Venezuela, y en América Latina y el Caribe, es de combate. Las fuerzas populares que lograron poner fin al ALCA en Mar de Plata, crear el ALBA, PETROCARIBE, UNASUR y la CELAC, hacer que nuestra región dejara de ser traspatio imperial, no se darán por vencidas y pervivirán. 

(Tomado de La Jornada)

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Venezuela, nosotros y la democracia


Por: Fidel Díaz Castro

7 diciembre 2015 |CUBADEBATE

Foto: Tomada de confidencialcolombia.comFoto: Tomada de confidencialcolombia.com
Venezuela demostró ayer –contrario a lo que se ha canonizado- que la democracia con economía y medios de comunicación en manos privadas no existe. Es lamentable, pero no puede avanzar una revolución social con el poder real en las manos de la oligarquía.
Con los medios y los poderes económicos en contra es imposible sacar adelante un gobierno que favorezca al pueblo.Ya pasaron los tiempos en que logramos sorprender a la derecha, y en especial al imperio yanqui, que tenía a su traspatio latinoamericano medio al garete; obviamente ya están reforzando su cerco contra el Sur.
Lo peor del revés de la Revolución bolivariana ayer, no está ni siquiera en la derrota en las urnas, tan aplastante, lo cual venía casi cantado, si no en el discurso de la izquierda, que le sigue el juego a los conceptos que nos imponen los grandes circuitos globales, entre ellos el cacareo de la democracia tal como la entiende el imperio.
Cacareamos que ganó la democracia, cuando en realidad lo que quedó demostrado es que se hace imposible ejercer la democracia; la democracia electoralista solo sirve a la derecha, la izquierda no puede gobernar con ella en medio de un mar de poderes fácticos económicos y mediáticos en manos de una minoría antidemocrática.
En nuestro noticiario en la mañana, nuestro reportero en Caracas dijo que el pueblo había hecho voto de castigo contra la gestión económica de Maduro; incluso el propio Maduro se ve presionado por esas ideas que imponen reconocer que no se fue efectivo, cuando la realidad es que no se puede ser efectivo cuando los poderes económicos lanzan una guerra abierta y la culpa la pagan los atacados. ¿Cómo gobernar en  contra de la oligarquía nacional e internacional (unida, como soñó Marx para los proletarios del mundo)?
El voto no fue de castigo contra una deficiente gestión, sino un voto de supuesta salvación, de alivio, ante una prolongada angustia  en la vida cotidiana del venezolano; Maduro no tuvo una gestión deficiente, sino imposible.
La maquinaria mediática internacional echa las culpas sobre Maduro, sobre este gobierno, incluso lo contrapone al de Chávez; tratando de hacernos creer que esto es otra cosa, y que Maduro es o villano, o incapaz; cuando en realidad la pelea ha sido titánica.
No estoy seguro siguiera que, con Chávez, los resultados hubieran sido distintos; de no ser mucho más radical en las medidas, lo cual se hace difícil con las reglas de juego impuestas, 
¿cómo impedir unos medios feroces tergiversando, desinformando, calumniando, sin piedad ni ética? ¿Cómo controlar una economía que está en poder de las oligarquías?  ¿Cómo poder hacerle frente a esa situación económica si por otra parte los organismos económicos internacionales son parte de ese juego?
Queríamos alegrarnos de que las elecciones transcurrieran en plena calma, sin violencia, y para mí no era más que –lamentablemente- muy mal síntoma. Las elecciones se desarrollaban en paz, porque la oposición se sabía con grandes posibilidades de ganar. La campaña de no reconocer los resultados, y de salir a armar güarimbas en las calles, imperó para cumplir su objetivo, el miedo. Salvo los de mayor conciencia, cualquier ciudadano que lleva meses haciendo colas infinitas, viendo como los precios se disparan astronómicamente, y como se desaparecen incluso los alimentos y encima le auguran días de alta violencia si gana el chavismo, pues vota en su contra, a ver si llega un poco de paz a su vida.

¿Eso es la democracia? ¿Tener que votar no por un proyecto si no por miedo a lo que se viene desatando desde  la guerra de la oposición? En Telesur en plena incertidumbre de la espera  de los resultados, una socióloga ecuatoriana, comenzó a cuestionar las revoluciones que estamos haciendo en el continente, como desgastadas, obligadas al replanteo, lo cual me parece bien como principio;  lo que cuando escuchaba sus argumentos no aparecía por ningún lado la ingobernabilidad a que están sometiendo a las izquierdas, con una campaña mucho mejor orquestada a nivel continental; y esa sinfonía ya sabemos quién la dirige, los amos del Norte.
Todo pareciera que es que los gobiernos de izquierda están anquilosados, que supuestamente tienen que plantearse nuevas metas, y una viabilidad económica; no excluyo los errores, ni los planes aplazados, o la necesidad de buscar nuevas vías, pero la esencia del problema no está en los defectos de la izquierda sino en aceptar las reglas del juego de las derechas –nacionales y globales- que han cerrado cerco, lo cual no permite avanzar en los proyectos y tener que dedicar la mayor parte del tiempo a apagar los fuegos que imponen en su alianza con Estados Unidos.

Rusia today denunciaba el presupuesto de 18 millones de dólares de financiamiento de los Estados Unidos para la guerra contra Venezuela, 3 de ellos específicamente para las elecciones, junto al sabotaje económico y la guerra mediática, y nosotros llamamos al efecto de todo eso democracia…
(Tomado de La Pupila Insomne)

“QUEREMOS TENER UNA BANCA SOCIALISTA

, QUE USE SUS GANANCIAS PARA BENEFICIO DE

 TODOS, DE LOS TRABAJADORES, DE LAS

 FAMILIAS” (la Central Bolivariana Socialista de

 Trabajadores, CBST). CON HECHOS COMO LA 

NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA, QUE 

ENFRENTA DIRECTAMENTE LOS INTERESES DEL

 CAPITAL TRANSNACIONAL, VENEZUELA

 DERIVARÁ “HACIA UNA REVOLUCIÓN 

RENOVADA, POPULAR, RUMBO AL SOCIALISMO”

 COMO AUGURA MADURO. - 

Jorge Zabalza

TOMADO DE: http://noticiasuruguayas.blogspot.com/

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