jueves, 25 de febrero de 2016

"Y bien, aquí estamos: nosotros, los 


negros"


Rebelión en Haití 11 Febrero 2016
Este año marcado por el bicentenario y sus balances, será un año de muchos ausentes. 
Muchos olvidaran el proyecto continental y el fracaso de ser americanos, y sin dudas serán muchos más los que olvidaran que Haití, ese pequeño país de las Antillas de América fue el primero en declarar su independencia política derrotando las invasiones de tres grandes imperios, primero a Francia y luego a España e Inglaterra.
 Es que pocos recuerdan a este pequeño gigante entre la Cuba Revolucionaria y la tierra del sanguinario Rafael Leonidas Trujillo, República Dominicana. 
Haití pareciera sonar entre nuestros labios solamente entre las desgracias, las invasiones y las muertes.

A Vencer (Febrero)


Este pequeño conjunto de islotes, con una población que supera la mitad de Chile, ha sido por siempre golpeada, pareciera que la insolencia fue pagada por siglos de injusticias en su más nítida expresión. 
Es efectivamente el país más pobre de Nuestra América. 
La Central de Inteligencia de América (EE.UU.) que mucho sabe de Haití, declara que el 80% de la población vive bajo el umbral de la pobreza y ya sabemos cómo son sus mediciones. 
La gente vive de la pesca y la agricultura y también sobrevive de las fabricas textiles instaladas por propietarios estadounidenses que se enriquecen de la superexplotación de este pequeño campo de concentración. 
De las prendas de ropa de valor competitivo a nivel internacional, gracias a los bajos sueldos de esta sociedad invadida por el imperio, se obtiene el 90% de sus ingresos, el más bajo del continente.

Invadida territorialmente en el 2004 y redoblada la apuesta tras el terremoto del 2010, en Haití ni la propia naturaleza se salva del hambre voraz del capitalismo, es que los arboles fueron talados casi en su totalidad para la venta de madera, esto produjo que Haití quedara a la merced de los huracanes y tornados que reiteradas veces azotaron las precarias viviendas, las mismas que no lograron aguantar el terremoto del 2010. 
Por esta fecha, el año pasado aun 80.000 mil personas vivían en campamentos sin un techo donde dormir, 5 años después del terremoto. 
Pero así como alguna vez a principios del siglo XIX, los esclavos negros, sometidos a latigazos por el imperio francés dijeron basta, en este territorio que enorgullece las historias de las rebeliones del mundo entero, es que el pueblo haitiano está llamado a gritar basta nuevamente. 
Recientemente En las últimas semanas en Puerto Príncipe y otras ciudades de Haití se vive realmente un grito de guerra. Contra el gobierno títere de de Michell Martelly, miles de personas se manifiestan haciendo honor a su tradición anti-esclavista. 
Denuncian la represión, ocupación, violación de niños y niñas por parte de soldados extranjeros en un país donde la prostitución tiene una cara bestial, donde uno puede encontrar en la capital niñas de 10 años obligadas a vender su cuerpo por dinero o por agua. 

El descontento es variado, es que la gente de Haití tienen razones de sobra para rebelarse. 
Esta vez la chispa fue la decisión de Michell Martelly de seguir adelante con las elecciones a pesar del descontento popular y las acusaciones de fraude tras la elecciones legislativas de agosto 2015 y de ña primera vuelta presidencial de Octubre pasado, a pesar de que se determinaran que hubieron efectivamente una serie de irregularidades en el proceso. 
De todas formas es algo más que un descontento electoral, es cosa de ver a los miles de jóvenes que se movilizaron al Consejo Electoral y exigieron la renuncia del Presidente. 
La represión efectuada desde el Estado no freno al pueblo de Haití que respondió con la justa violencia popular al ritmo del grito "Nosotros somos el gobierno" entonado por Obreros y Estudiantes. 

Tras las jornadas de protestas más de 250.000 militares extranjeros cayeron en Haití para asegurar la "democracia" y la seguridad nacional, mientras la OEA y la CELAC ya intervienen en vías de "solucionar" lo que no puede ser solucionado más que por una profunda Revolución Social. El 1 de enero el primer ministro Evans Paul dimitió de su cargo.

como lo exigía la gente en las calles, aun organizada, que en distintos niveles quieren ir por más. 

Luego, el 7 de enero, el presidente Martelly entregó el poder a un gobierno de transición acordado con el presidente de cada cámara parlamentaria, que está a cargo de forma provisoria del mismo Evans Paul quien retornó a su cargo y que deberá elegir a un presidente interino por un lapso que no debe extenderse más de 120 días. 
El acuerdo, es denunciado como fraudulento por la oposición política y el vacío de poder es la marca de la situación.

Pasaron más de 200 años y los haitianos arremeten de nuevo. Esta rebelión podrá o no ser pasajera, pero es la antesala de la hora caliente que le espera a nuestro continente. 
En palabras de Jacques Roumain poeta y marxista haitiano "los negros, los niggers, los sucios negros, tenemos que creer que no somos sino sus bastardos" 

-Solidaridad con la Rebelión Popular de Haití.
-Fuera el Imperialismo y sus lacayos de muestro continente.

TOMADO DE: http://noticiasuruguayas.blogspot.com/

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