viernes, 6 de mayo de 2016

"¿Todavía existe Estados Unidos?"


Paul Craig Roberts: 


Publicado: 30 mar 2016 07:59 GMT - RT

"Por cualquier definición histórica, Estados Unidos hoy en día es una tiranía".

La Constitución de Estados Unidos define a su pueblo como una nación. Sin la ley principal, sería un país diferente. Por lo tanto, perder la Constitución es equiparable a perder el país, escribe el analista estadounidensePaul Craig Roberts.

El exasesor económico del gobierno de Ronald Reagan se pregunta en su blog si todavía existe la Carta Magna estadounidense.  


"La Décima Enmienda se dedica a los derechos reservados por los Estados y no a los delegados del Gobierno federal. 

Es un papel mojado", señala Roberts.
Las secciones 1 y 8 del Artículo 8 de la Constitución describe los principales poderes del Congreso, "y ambas secciones han sido violadas", indica en su artículo. 



El otorgamiento por la Constitución de "todos los poderes legislativos" al Congreso ha sido derogado por decretos ejecutivos y declaraciones de firma presidenciales. 

El presidente puede usar decretos ejecutivos para legislar y declaraciones de firma para interpretar una u otra sección de la ley aprobada por el Congreso e impedir su implementación.

La autoridad legislativa además se ha erosionado por delegarse a funcionarios ejecutivos el poder de escribir las normas de implementación de las leyes. El derecho del Congreso para declarar una guerra ha sido usurpado por el poder ejecutivo.    
"Así que, los poderes principales otorgados al Congreso han sido cedidos al poder ejecutivo", resume Roberts.


La Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión, de prensa y de manifestación, ha sido comprometida por las declaraciones del poder ejecutivo sobre la 'seguridad nacional', sostiene el analista.


Se juzga inexorablemente a activistas de derechos humanos pese a que las leyes federales deben protegerlos.

 La libertad de manifestación ha cedido a arrestos, gas lacrimógeno, porras, balas de goma, cañones acuáticos y la cárcel.
"La libertad de expresión es limitada por la corrección política y temas tabú. Hay indicios de que la disidencia está siendo criminalizada", subrayó Roberts.

 La Cuarta Enmienda, que protege a los individuos contra registros y confiscaciones arbitrarios, también "es papel mojado".

"En su lugar tenemos registros no autorizados, irrupciones en casas por las fuerzas especiales, registros al desnudo y de cavidades, incautaciones no autorizadas de computadoras y móviles, así como la pérdida de cualquier intimidad debido al espionaje ilegal omnipresente", recalcó el analista. 



Pasando también por la Quinta, Sexta y Octava Enmienda -que protegen a los ciudadanos contra el doble enjuiciamiento, autoincriminación, procesos judiciales injustos y condenas demasiado severas- Roberts concluye: "Es paradójico que cada libertad civil de la Declaración de Derechos ha sido perdida debido al estado policial, con excepción de la Segunda Enmienda, sobre el derecho de los ciudadanos a tener armas de fuego".

Históricamente, un gobierno que pueda, sin el debido proceso, lanzar a un ciudadano a un calabozo o ejecutarlo de manera extrajudicial esto debería ser considerado como una tiranía, y no como una democracia, continúa Roberts.


"Por cualquier definición histórica, Estados Unidos hoy en día es una tiranía", acentuó.



"El sistema económico actual de EE.UU. está diseñado para fallar"

Publicado: 4 may 2016 01:10 GMT - RT
La economía tiene que ir hacia un régimen de propiedad, contratos voluntarios y la libertad individual, afirma el excandidato a la presidencia de EE.UU. Ron Paul.

Robert GalbraithReuters
El actual sistema económico de EE.UU. está diseñado para fallar, expresa el político estadounidense Ron Paul en su reciente entrevista para RT. Según el excandidato a la presidencia de EE.UU., para mejorar la economía hay que ir hacia un régimen de propiedad, contratos voluntarios y la libertad individual, y al mismo tiempo que hay que deshacerse de los bancos centrales.

El mercado libre
Según una encuesta reciente de la Universidad de Harvard (EE.UU.), el 51 % de los adultos de entre 18 y 29 años se oponen al capitalismo en su forma actual. 

En este contexto, Ron Paul sostiene que se trata de un problema de definiciones del uso de palabra "capitalismo" y "mercado libre", detallando que opta por la segunda, y por el entendimiento de qué tipo de políticas existen hoy.

Miles de personas salieron a las calles de Hannover, Alemania, en rechazo al TTIP, tras la llegada a la ciudad de Barack Obama. 23 de abril de 2016.

Paul afirma que es un defensor del mercado libre, pero no del sistema que existe hoy en día, porque se muestra muy crítico, ya que "está diseñado para fallar", para favorecer a los ricos e inevitablemente destruir a la clase media. 
"La gente debería rechazar lo que tenemos, pero no debe rechazar la libertad y las políticas económicas sensatas, porque no son un problema.
 El problema es que no tengamos suficientes mercados libres", señala.

La falla del sistema económico


"Creo que hay demasiado gobierno, demasiada economía intervencionista planificada, que se inclina en sí hacia el fascismo. Pero los jóvenes no pueden entender la economía y qué son realmente los mercados libres, y no comprenden al banco central", advierte Paul.
El problema es que no tengamos suficientes mercados libres
"Los votantes jóvenes al querer tener un mejor sistema económico tienden a elegir gobiernos más grandes, como resultado de un centenar de años de enseñanza de que el gobierno es necesario para redistribuir la riqueza". Según Paul, los gobiernos más grandes realmente lo hacen, redistribuyen la riqueza, pero lo hacen a su manera: así, los más ricos se vuelven aún más ricos.

De acuerdo con el político, los jóvenes deberían entender que el gobierno "redistribuye [La riqueza] hacia arriba, y se arruina la clase media". En este contexto, el político añade que para mejorar la economía y ayudar a las personas hay que deshacerse de la planificación central.



Jóvenes en EEUU rechazan el 


capitalismo


por Manuel E. Yepe
Alainet org - 03/05/2016
Opinión


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Una muy reciente encuesta realizada por la elitista, aunque prestigiosa, Universidad de Harvard, en Massachussets, indica que la mayoría de los jóvenes estadounidenses rechaza los principios básicos de la economía de Estados Unidos y que no se consideran a sí mismos compatibles con el capitalismo.

Es este un dato de la mayor importancia política, razonando que desde el fin de la guerra fría toda la propaganda interna y hacia el exterior de Estados Unidos ha tenido como objetivo fundamental la formación de una conciencia orientada al libre mercado y a la protección de las corporaciones y el capital privado en general, con desdeño de los fines sociales del Estado.

De hecho, en su política exterior, Washington confunde los términos “capitalismo” y “democracia” a tal extremo que casi nunca utilizan el primero.
 Sus aliados en el capitalismo son “democracias” y los que no aceptan su hegemonía global no lo son, así de sencillo. 
La pesquisa de la Universidad de Harvard, que encuestó a jóvenes estadounidenses de entre 18 y 29 años de edad, reveló que el 51% de ellos no apoya al capitalismo contra el 42 % que si es partidario de este sistema.

Según los encuestadores, la mayoría de los encuestados que dijo no sentirse compatibles con el capitalismo atribuyen sus discrepancias a los vaivenes del libre mercado. “El capitalismo puede significar diferentes cosas para diferentes personas, y la generación más nueva de votantes está frustrada con el status quo, en términos generales”.

Zach Lustbader, uno de los expertos de Harvard que condujo la encuesta, argumenta que el término “capitalismo” no tiene hoy en Estados Unidos el mismo significado que antes. A los que crecieron durante la Guerra Fría, les inculcaron la idea de que el capitalismo era un arma para liberar a la Unión Soviética y a otros regímenes totalitarios. Pero para otras generaciones más recientes el capitalismo ha significado una crisis financiera constante de la que la economía global aún no se ha recuperado.

Aunque la información sobre los resultados de la encuesta que brinda Amy Cavenaile en The Washington Post el 24 de abril de 2016, no aclara cuales otros sistemas socio-económicos preferirían los jóvenes como alternativa, se indica que el 33 % de ellos elegiría el socialismo. La encuesta tiene un margen de error de 2,4 puntos porcentuales.

Un posterior estudio que incluyó a personas de todas las edades reveló que entre estadounidenses algo mayores también existe escepticismo acerca del capitalismo. Sólo entre encuestados que sobrepasan los 50 años de edad hubo una mayoría a favor del capitalismo. Aunque estos resultados son sorprendentes, Harvard los compara con otros estudios recientes acerca de lo que piensan los estadounidenses sobre el capitalismo y el socialismo.

En 2011, por ejemplo, el centro de Investigación Pew encontró que en personas de 18 a 29 años de edad existía mucha frustración con el sistema de libre mercado. En ese sondeo se constató que el 46% de la ciudadanía tenía puntos de vistas positivos acerca del capitalismo, y 47 % tenía opiniones negativas.
 En relación con el socialismo, por el contrario, 49 % de los jóvenes en la encuesta de Pew tenían opiniones positivas, y sólo el 43 % tenían opiniones negativas.

La encuesta Harvard halló una mayor influencia de las ideas capitalistas en los jóvenes estadounidenses ante preguntas específicas sobre la mejor manera de organizar la economía. 
Sólo el 27 % cree que el gobierno debe jugar un papel importante en la regulación de la economía, únicamente el 30 % cree que el gobierno debe desempeñar un papel substancial para reducir la desigualdad de los ingresos y apenas el 26 % dijo que el aporte gubernamental era una manera eficaz para impulsar el crecimiento económico. 
Pero el 48 por ciento aceptó que "tener seguro de salud es un derecho para todas las personas". Y un 47 % estuvo de acuerdo con la declaración de que "las necesidades básicas, como alimento y vivienda, son derechos que el gobierno debe proporcionar a quienes que no pueden pagarlos".

Se ha considerado que la campaña de Bernie Sanders por la candidatura presidencial del partido demócrata ha constituido un factor significativo en los cambios que ahora se constatan.

El hecho de que tanta gente joven se sintiera movilizada por el verbo de un aspirante de tan avanzada edad sorprendió grandemente. Lo que ahora las encuestas están demostrando en la juventud estadounidense no es algo de poca monta. Podría ser el preludio de grandes cambios en y más allá de las fronteras de la superpotencia americana.


TOMADO DE:http://noticiasuruguayas.blogspot.com/
Y PUBLICADO EN: http://victorianoysocialist.blogspot.com/

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