miércoles, 5 de octubre de 2016

Almagro, secretario general de la OEA, continúa en silencio ante las brutales violaciones a los DD.HH. por parte de los EE.UU., país integrante de la OEA.

La policía de EEUU ha matado a 194 afroamericanos en lo que va de 2016

Por: Prensa Latina |  | Aporrea

Washington, septiembre 21 - Con la reciente muerte de Keith Lamar Scott aumentó a 194 la cifra de afroamericanos muertos este año en Estados Unidos a manos de la policía, confirmó hoy el contador especializado del diario The Guardian.

El proyecto del portal británico contabiliza todas las muertes resultantes de choques directos con la policía, y su fiabilidad ha sido reconocida por las propias autoridades federales de este país.

Los policías que mataron a Scott buscaban a otro hombre, y afirman que el ultimado tenía un arma, algo que niegan sus familiares, lo cual desató una ola de protesta y vandalismo en Charlotte, Carolina del Norte.

La muerte de Scott ocurre al día siguiente de que la divulgación de varios videos que muestran cómo una oficial de policía mató a Terence Crutcher, un ciudadano negro de 40 años sin armas y con las manos en alto, en Tulsa, Oklahoma.

Según las autoridades, el voluminoso Crutcher se rehusó a seguir las indicaciones de los policías, y negaron que la raza tuviera que ver con las preocupaciones de los uniformados.

En julio pasado, la muerte en días consecutivos de Alton Sterling y Philando Castile desataron una ola de protestas contra la brutalidad policial, que incluyó el asesinato de varios agentes en Dallas, ultimados por un francotirador perturbado.

Según The Guardian, los hombres negros de entre 15 y 34 años de edad tienen nueve veces más probabilidades de morir a manos la policía que cualquier otro grupo demográfico, y de hecho, el pasado año 306 afroamericanos murieron de esta manera.



Dejen de matarnos, resuena por todo EEUU desde hace dos años

por David Brooks
David Brooks







Periodista mexicano, corresponsal del diario La Jornada en los Estados Unidos.
23 septiembre 2016 | CUBADEBATE
Las vidas negras valen, esa y otras consignas corearon ayer manifestantes en la ciudad estadunidense de Charlotte, Carolina del Norte. El gobernador Pat McCrory declaró el estado de emergencia después de noches sucesivas de disturbios y enfrentamientos que han provocado un muerto, por lo menos nueve civiles y cuatro uniformados heridos, así como unos 50 arrestos. Foto: AfpLas vidas negras valen, esa y otras consignas corearon ayer manifestantes en la ciudad estadunidense de Charlotte, Carolina del Norte. El gobernador Pat McCrory declaró el estado de emergencia después de noches sucesivas de disturbios y enfrentamientos que han provocado un muerto, por lo menos nueve civiles y cuatro uniformados heridos, así como unos 50 arrestos. Foto: Afp
Dejen de matarnos, dice una pancarta en Charlotte que porta un joven afroestadunidense entre coros de: manos arriba, no disparen y las vidas negras valen, gritos que han retumbado por todo el país durante los últimos dos años para denunciar la repetición de escenas donde policías disparan y matan a afroestadunidenses mientras los políticos ruegan por calma.
Charlotte, Carolina del Note, permanece por segunda noche en estado de emergencia después de tres noches de ira y enfrentamientos entre afroestadunidenses y autoridades luego de la muerte de Keith Lamont Scott, el pasado martes. En Tulsa, Oklahoma, las autoridades, después de intentar justificar la muerte de Terence Crutcher, un afroestadunidense desarmado y con las manos en alto el viernes pasado, anunciaron este jueves una acusación de homicidio involuntario contra la mujer policía que lo mató.
El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, declaró el estado de emergencia después de dos noches sucesivas de amotinamientos, enfrentamientos entre policías y manifestantes y actos violentos en el centro de la ciudad más grande del estado que, entre nubes de gas lacrimógeno y ventanales destruidos, han dejado un herido en estado crítico que falleció la noche de este jueves, por lo menos nueve civiles y cuatro policías heridos, y cerca de 50 arrestos.
En la noche los manifestantes volvieron a las calles y continuaban pasada la medianoche, cuando comenzó el toque de queda impuesto por la alcaldesa Jennifer Roberts, sin que al cierre de esta edición se reportaran incidentes. La policía, ahora respaldada por la Guardia Nacional, ocupa el centro, y varios negocios cerraron sus puertas; varias empresas sugirieron a sus empleados no ir a trabajar al centro este día. La viuda de Scott difundió una declaración en la cual solicita sólo expresiones pacíficas de protesta en su ciudad por su esposo y padre de siete hijos.
La procuradora general de Estados Unidos, la afroestadunidense Loretta Lynch, también llamó a la calma, recordando que la violencia sólo genera más violencia.
Los candidatos presidenciales abordaron el asunto. El republicano Donald Trump comentó en un acto de campaña, sin ninguna prueba, como es su costumbre, que las drogas tenían que ver con la violencia en las comunidades negras: si no están enterados, las drogas son un factor muy muy grande en lo que estamos viendo en la televisión, e insinuó que Obama tiene, en parte, la culpa por un país herido. La receta de Trump ante la violencia es ampliar las medidas policiacas para detener y esculcar a todo sospechoso.
La demócrata Hillary Clinton reiteró su mensaje del miércoles de que estos incidentes de fuerza mortal por policías contra afroestadunidenses son inaguantables y necesitan volverse intolerables. Subrayó que hay más seguridad pública cuando las comunidades respetan a la policía y la policía respeta a las comunidades.
Pero todo esto se ha repetido de manera constante en este país. Desde el caso del adolescente Michael Brown, asesinado en 2014 por un policía blanco en Ferguson, Missouri, el tema de la violencia armada contra afroestadunidenses ha estado en el centro del debate nacional gracias a un nuevo movimiento de derechos civiles conocido como Black Lives Matter (Las vidas negras valen). Las demandas se han ampliado más allá de sólo protestar por la violencia policiaca y la impunidad oficial, para exigir una profunda reforma del sistema de justicia en Estados Unidos.
Las fuerzas policiacas de Estados Unidos han disparado y matado por lo menos a 707 personas en lo que va de este año (en 2015 la cifra total llegó casi a mil), según el conteo del Washington Post.
Entre estas cifras, los casos más recientes incluyen a Tyre King, de 13 años de edad, que aparentemente tenía una pistola de juguete cuando policías que respondían a un reporte de un asalto a mano armada le dispararon múltiples veces la noche del 14 de septiembre en Columbus, Ohio. Otros incidentes mortales ocurrieron recientemente en Baton Rouge, Luisiana, y Falcon Heights, en Minnesota.
Aunque es cierto que en términos numéricos la policía mata a más civiles blancos que a afroestadunidenses, en términos ajustados por población, los afroestadunidenses tienen una probabilidad 2.5 veces más grande de ser baleados y privados de la vida por la policía.
La ira generalizada por estos incidentes, y la aparente impotencia política para evitarlos o reducir su frecuencia, siguen alimentando las protestas por todo el país. Junto con el descentralizado movimiento Black Lives Matter, encabezado por jóvenes, estrellas del mundo de espectáculos –como Beyonce– y del deporte han logrado que este tema permanezca en el centro del debate nacional.
Colin Kaepernick, mariscal del equipo profesional de futbol americano de San Francisco, empezó, a mediados de agosto, a hincarse al inicio de cada partido ante el tradicional toque del himno nacional, como expresión de protesta. Afirmó: no me voy a poner de pie y demostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a personas negras y personas de color, y agregó que hay cuerpos en las calles mientras los policías no son enjuiciados por asesinarlos.
Poco después, el jugador explicó: “lo hago porque veo que ocurren cosas a personas que no tienen voz… estoy en una posición en la cual yo puedo hacer eso y lo haré para aquellos que no pueden”.
El acto detonó denuncias y hasta amenazas de muerte contra el jugador; gremios policiacos amenazaron con no otorgar protección al equipo y varios atletas y políticos acusaron que era un acto antipatriótico. Pero poco a poco otros jugadores en su equipo y de otros equipos de la liga profesional de futbol empezaron a hincarse y algunos a levantar un puño.
La estrella del futbol soccer femenil Megan Rapinoe, rubia, empezó a hincarse también en solidaridad, al afirmar que es importante que gente blanca apoye a la gente de color en esto. Hoy día, jugadores y hasta equipos enteros en universidades y preparatorias hacen lo mismo. Incluso, todas las cheerleaders del equipo de futbol de la Universidad Howard se hincaron el pasado sábado, e integrantes de la banda musical de una preparatoria lo hicieron mientras tocaban el himno.
Superestrellas de basquetbol profesional como LeBron James y Dwayne Wade, entre otros, ya habían expresado su protesta contra la violencia policiaca y la impunidad oficial hace meses.
Otra pancarta en Charlotte, con el mismo lema que ha aparecido en otras protestas en el país durante los último dos años, casi siempre portada por un joven afroestadounidense, sólo dice: ¿Seré el próximo?
(Tomado de La Jornada)


Semana de protestas raciales en EE.UU. por asesinato de afroamericanos por la policía

Una semana de protestas en Charlotte, Carolina del Norte, provocó la muerte de Keith Lamont Scott, de origen afroamericano, a manos de agentes federales. La policía de EE.UU. es de las más letales del mundo con sus ciudadanos, sobre todo si son de origen afro o latinos. Un recuento calcula en 793 las personas asesinadas por la policía norteamericana en lo que va del año 2016.
El Ciudadano
charlotte racial riots
Al grito de ‘Si no hay justicia, no hay paz’ la ciudad de Charlotte en Carolina del Norte, es el último escenario de protestas contra el racismo policial en EE.UU. Las protestas se produjeron tras la muerte de Keith Lamont Scott de 43 años el martes a manos de la policía mientras esperaba a su hijo en la parada de autobús, sumándose un muerto más de origen afroamericano al listado que tiene a la policía de EE.UU. como la más letal del mundo con sus ciudadanos. En el país de la libertad el gatillo fácil de los agentes federales es la orden.
La noche de este viernes fue la cuarta noche de protestas en Charlotte, la más grande ciudad de Carolina del Norte (más de 825 mil habitantes) y cuyo 35 % de su población es de origen afro. A diferencia de las jornadas anteriores, la noche del viernes fue pacífica, marchando las multitudes hasta la carretera Interstate-277 exigiendo la publicación del vídeo grabado por los policías que mataron a Keith Scott.
En las noches previas de protesta murió un manifestante en circunstancias aún no aclaradas. Ocurrió la noche del miércoles, cuando Justin Carr fue herido de bala y pese a ser trasladado al hospital falleció a las pocas horas.
La rabia de la población se dirigió contra la sede del Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg, entonando los cánticos ‘La gente unida nunca será vencida’ y ‘Somos jóvenes, somos fuertes, marchamos toda la noche’.
El gobernador de Carolina del Norte, Patrick McCrory, declaró el miércoles el estado de emergencia en la ciudad y sacó a las calles a la Guardia Nacional y el viernes la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, declaró el toque de queda. Según la policía, las noches de conflicto han dejado un saldo de más de una docena de agentes heridos.
La policía por su parte, argumenta que el rigor policial es debido a las muertes producidas a agentes en servicio. Un cálculo en lo que va del año acusa 92 policías muertos en EE.UU.
Los disturbios en Charlotte -EE.UU- han llevado a la candidata demócrata, Hillary Clinton, a posponer su visita a la localidad, tras la petición de la alcaldesa, Jennifer Roberts.
“NO DISPAREN, NO ESTÁ ARMADO”
El asesinato de Keith Lamont Scott ocurrió cuando la policía acudió al lugar donde la víctima acudía a esperar a que uno de sus hijos llegara en autobús, por el aviso de que había un hombre armado. Scott tenía estacionado su auto allí y, según el relato de Rakeyia, su esposa, cuando ella salió a pasarle el cargador del fono móvil a su esposo vio que agentes policiales lo apuntaban.
En pocos segundos el policía Brentley Vinson (también de origen afro) descargó su pistola sobre Keith.
La Policía acusó a Scott de ir armado, pese a que en dicho estado es legal con permiso poder llevar una pistola. En un comunicado la policía acusa que “el sujeto salió del vehículo pertrechado con un arma de fuego que suponía una amenaza de muerte inminente para los agentes, que dispararon”.
Pero un vídeo difundido por la viuda días después muestra como ella se acerca a los agentes pidiéndoles que no disparen contra su esposo. “No disparen, no está armado, no les hará nada”- les explicaba Rakeyia a los policías, agregando que había tomado su medicina para tratar la lesión traumática cerebral que padecía.
OTRA MUERTE MÁS
La muerte de Scott se suma a la Terence Crutcher, también de origen afro (40 años), que el viernes 16 de septiembre, tras ser conminado a andar con las manos en alto en una carretera en Tulsa (Oklahoma) fue abatido por la agente de policía Betty Shelby (blanca).
Un vídeo divulgado por el mismo departamento de Policía muestra que Terence no representaba amenaza alguna para los agentes del orden. Meses antes, otros dos afroamericanos Philando Castile y Alton Sterling también habían sido muertos por la policía.
La policía de EE.UU. es una de la más letales del mundo con sus ciudadanos, sobre todo si las víctimas son de origen afroamericano o latino.
Un recuento actualizado que lleva el periódico inglés The Guardian, calcula en 793 las personas asesinadas por la policía norteamericana en lo que va del año 2016. La gran mayoría de los que caen en la lista son afroamericanos o latinos. En 2015 fueron contabilizadas 1.146 muertes.
En 2013, después de que un tribunal de Florida absolvió de los cargos por la muerte de Trayvon Martin, un joven afro de 17 años, al policía George Zimmerman, tres mujeres negras fundan el movimiento Las vidas negras importan (#BlackLivesMatter), movimiento que ha colocado el tema de la violencia policial contra personas negras en el debate público de EE.UU.
La impunidad en este tipo de crímenes ha sido puesta en tela de juicio en los últimos años con la masificación de vídeos e imágenes grabadas por las personas que sufren esta violencia policial en lo cotidiano. En agosto de 2014, desde que en Ferguson (Misuri) un afroamericano fue muerto a manos de la policía, muchos departamentos han incorporado cámaras en el uniforme de los agentes.
Las manifestaciones contra los asesinatos perpetrados en Tulsa y Charlotte se originan en políticas económicas que profundizan el racismo sostuvo un reverendo al programa Democracy Now.
Los asesinatos policiales de Keith Lamont Scott en Charlotte, Carolina del Norte, y Terence Crutcher en Tulsa, Oklahoma, dirigieron la atención hacia un conjunto de políticas respaldadas por los republicanos. Estas han perpetuado el racismo y la supresión de votantes, sostuvo el reverendo Dr. William Barber, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, de Carolina del Norte y líder de la campaña “Moral Mondays” (Lunes morales).
M.B.R.
@kalidoscop


La mujer del hombre negro tiroteado en Charlotte rogó a la Policía:

"No disparen, no está armado"

Rakeyia Scott hace público el vídeo que ella misma grabó durante el suceso que culminó con el asesinato de su marido a manos de la policía y que ha desatado las protestas contra el racismo policial en Carolina del Norte.

Captura del vídeo grabado por la mujer de Keith Lamont Scott, abatido por la policía en Charlotte.
AGENCIAS - PÚBLICO - Publicado: 24.09.2016 09:32
La viuda del estadounidense negro Keith Lamont Scott, fallecido este martes tras haber recibido varios disparos de un policía de Charlotte (EEUU), ha publicado un vídeo en el que aparece pidiendo a los agentes que no disparen a su esposo pues, según dice, estaba desarmado.
En el vídeo, grabado por Rakeyia y emitido en exclusiva por el canal NBC News, no se aprecia el momento en el que Scott fue abatido por la policía, aunque se oye a la mujer diciendo: "No disparen, no está armado, no les hará nada".
La mujer les explicó a los agentes que Scott había tomado su medicina para tratar la lesión traumática cerebral que padecía.
Por un momento, se ve a varios agentes apuntando al automóvil en el que estaba Scott y la mujer le pide a su esposo que no les permita que "rompan los cristales" y salga del vehículo.
Tras decir la mujer a su esposo "no lo hagas, Keith", se oye a un policía advirtiendo al hombre negro que tire el arma y posteriormente se escuchan cuatro disparos.
"¿Le habéis disparado? ¿Le habéis disparado? Es mejor que no esté muerto", les grita entonces Rakeyia a los agentes.
Las imágenes del vídeo, de dos minutos y doce segundos de duración, muestran posteriormente al hombre negrotendido en el suelo y rodeado de policías.

Scott, de 43 años, falleció este martes cuando los oficiales buscaban en un complejo de apartamentos a otro individuo en Charlotte, en Carolina del Norte (EEUU).

Su muerte provocó una ola de protestas que dejaron otra víctima, numerosos heridos y una cincuentena de heridos, lo que llevó a las autoridades a decretar el estado de emergencia y el toque de queda en la ciudad.

La familia facilitó este vídeo mientras la opinión pública sigue a la espera de que la Policía de Charlotte publique otros dos vídeos grabados por las cámaras de los agentes involucrados en el suceso. La familia de Scott y sus abogados ya los han visto pero las autoridades se rehúsan a publicarlos.

Aunque el jefe de la Policía local, Kerr Putney, sostiene que lo disparon estaban justificados, la familia de Scott rechazó desde el primer momento la versión policial. Según ellos, Scott no tenía una arma, sino un libro, y aseguraron que la pistola encontrada ahí fue colocada por los propios agentes "a posteriori".

Sin embargo, la Policía de Charlotte dice haber hallado ADN, rastros de sangre y huellas dactilares de Scott en la pistola encontrada en el lugar del suceso, reveló hoy el medio local Channel 9.

De acuerdo con la versión oficial, un grupo de agentes abordó a Scott el martes por la tarde en el aparcamiento de un edificio de apartamentos y le pidieron que soltase el arma que llevaba.

Acto seguido, uno de los policías abatió a Scott porque "suponía una amenaza de muerte inminente" para los agentes.

Mientras tanto, cientos de personas han desafiado hoy de nuevo el toque de queda que rige en la ciudad durante la cuarta noche de protestas.

Pasada la medianoche (04.00 GMT), hora de inicio del toque de queda, cientos de personas seguían en las calles del centro de Charlotte, en el conocido como "Uptown", escenario de las protestas contra la violencia policial del martes y miércoles.

TOMADO DE:  http://noticiasuruguayas.blogspot.com/
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