domingo, 11 de diciembre de 2016

El Caso Contra el Azúcar--Nuevo Libro Revela los Detalles de Cómo el Mundo se Volvió Adicto al Azúcar





Diciembre 11, 2016 







Por el Dr. Mercola


Pocos argumentarían que consumir un exceso de azúcar refinado es pernicioso para nuestra salud. Sin embargo, casi nadie está al tanto de la manipulación y el engaño iniciados y perpetuados por la industria azucarera para aislarnos de esta verdad.
Gary Taubes, un periodista de investigación con una sólida formación científica, ha escrito un excelente libro, "The Case Against Sugar" (El Caso Contra el Azúcar), que de forma experta documenta cómo ocurrió la manipulación de los hechos.
"A principios de los ‘90s, comencé a informar sobre la salud pública, y de hecho, la gran cantidad de metodología rigurosa que me habían dicho era absoluta y fundamentalmente necesaria para obtener un resultado fiable, fue considerada un tipo de lujo que no tenía que realizarse en una investigación de salud pública.
Es muy difícil, demasiado costosa, así que no tiene que hacerlo. Como resultado de ello... una gran cantidad de principios fundamentales--nuestro sistema de creencias acerca de lo que constituye una alimentación saludable--están basados en pruebas muy inestables", dice Taubes.
A finales de los años ‘90s, Taubes investigaba la idea de que la sal causa hipertensión arterial y que las grasas alimenticias causan enfermedades cardiacas, lo que resultó en una serie de informes premiados para Journal of Science. En 2001, él publicó el artículo de la portada del New York Times Magazine, "¿Qué Pasaría Si Todo Fuera una Enorme Mentira?"
En los años transcurridos desde entonces, Taubes se ha enfocado totalmente en la investigación alimenticia, lo cual resultó en tres libros. Los dos anteriores a "El Caso Contra el Azúcar" fueron "Buenas Calorías, Malas Calorías: Grasas, Carbohidratos y la Polémica Ciencia de la Alimentación y la Salud", y "¿Por Qué Engordamos: Y Qué Hacer al Respecto?".
"Ahora mismo, solo me enfoco en el azúcar y la razón por la que probablemente deberíamos considerarlo como el mal principal en nuestra alimentación", dice.
Además, Taubes fue lo suficientemente amable como para ser uno de las dos docenas de revisores profesionales de mi nuevo libro "Fat for Fuel" (Las Grasas Como Combustible) que será presentado en mayo, y aprecio profundamente las muchas revisiones y sugerencias útiles y cuidadosas que proporcionó para ello.

El Comercio Temprano de Esclavos

En su libro, Taubes proporciona un fuerte argumento acerca de que el exceso de azúcar es la causa fundamental de la diabetes, obesidad y la mayoría de las enfermedades crónico-degenerativas, incluyendo el Alzheimer y Parkinson.
También, señala las increíbles similitudes entre la industria azucarera y la industria tabacalera. Es una especie de déjà vu repetido, donde al mismo tipo la ciencia defectuosa que se utilizó para defender el tabaco, ahora se aplica al azúcar. También, revela los antecedentes históricos que llevaron al azúcar a convertirse en un elemento básico de la alimentación, contrario a ser un lujo inusual.
"Una de las cosas que solemos olvidar [es] que el azúcar era uno de tres o cuatro tipos diferentes de drogas, a falta de una palabra mejor, que salió de los trópicos con la colonización del continente americano... y luego cambió el mundo.
El azúcar, la cafeína, la nicotina, el alcohol, y hasta cierto punto, varias drogas, tales como el opio... fueron los tipos de industrias sobre las que se construyeron los imperios. El azúcar era particularmente único, porque cultivarlo era un trabajo increíblemente arduo, doloroso, y difícil.
Como tal, en realidad no se podía pagar a nadie lo suficiente como para hacerlo... En vez ello... empezaron a utilizar esclavos para cultivar el azúcar. Cuando empezaron a cultivar azúcar en el continente americano... importaron esclavos a Tulum... 12 millones de esclavos vivieron y murieron trabajando en los campos azucareros".

Los Impuestos Sobre el Azúcar Fueron una Bendición Financiera Para el Gobierno

Para 1830, el movimiento de emancipación que comenzó en el Reino Unido finalmente había puesto fin al tráfico de esclavos, aunque el uso de esclavos en los Estados Unidos no terminó sino hasta la década de 1860s. El uso de esclavos dio forma a nuestra cultura; y en primer lugar, la industria azucarera ayudó a impulsar la creación de ese comercio de esclavos.
Como señaló Taubes, las personas estaban dispuestas a esclavizar a millones con el propósito de cultivar y enviar azúcar.
Durante el siglo XIX, el propio punto central del comercio fue el del azúcar. Además, los gobiernos de Gran Bretaña y los Estados Unidos entraron en acción cuando se dieron cuenta de que era un elemento perfecto para las contribuciones.
"En cierto sentido, nuestros propios gobiernos se hicieron adictos al dinero que se podía hacer al permitir que el azúcar fluyera a la nación. A finales del siglo XIX, esto continuó en el Reino Unido, cuando el comercio del azúcar o el impuesto sobre el azúcar fue finalmente eliminado.
Sin embargo, en los Estados Unidos, nunca eliminamos el impuesto sobre el azúcar, porque simplemente era demasiado valioso", dice Taubes.


El Azúcar en el Siglo XXI

A lo largo del siglo XIX, hubo muchas personas que advirtieron que el azúcar era malo para la salud. Muchos médicos notaron cifras elevadas de enfermedades y depresión en las personas que consumían una mayor cantidad de azúcar. Sin embargo, en realidad nadie entendió o fue capaz de cuantificar los riesgos.
En la década de los ‘20s, el consumo de azúcar estaba vinculado a una mayor incidencia de diabetes. Hoy en día, muchos ven el azúcar como un factor que agrava la diabetes, pero Taubes sugiere que de hecho el azúcar es la raíz misma del problema, no solo un factor exacerbador detrás del hecho.
"Una historia que relato al inicio del libro es acerca de Elliott Joslin, quien se convirtió en el médico más famoso de la diabetes durante el siglo XX, en los Estados Unidos y en todo el mundo. Joslin vio su primer caso de diabetes cuando estaba en la escuela de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, en la década de 1890s.
Posteriormente, en 1898 (con otro médico llamado Reginald Fitz, un patólogo en Harvard), revisó cientos de volúmenes de registros manuscritos del Hospital General de Massachusetts... Analizó los registros de cada paciente en este hospital entre los años 1824 y 1898, que fueron 48 000 registros.
Se encontró con un total de 172 casos de diabetes. De hecho, entre 1824 y 1850, en la mayoría de estos años no hubo un solo caso de diabetes... [Era] una enfermedad extremadamente rara. Un influyente médico británico calculó que 1 de cada 50 000 personas en el Reino Unido tenía diabetes.
William Osler, el padre de la medicina moderna en los Estados Unidos, quien realizaba sus prácticas en Johns Hopkins, desde su primer año, tomó los registros de los pacientes del hospital Johns Hopkins, en Baltimore, de 1889 hasta 1892, y encontró 10 casos en un número aproximado de 35 000 pacientes. En la actualidad, se trata de una enfermedad que aflige a 1 de cada 11 personas en los Estados Unidos".
Peor aún, la población prediabética en los Estados Unidos se aproxima rápidamente a 1 de cada 3, y la resistencia a la insulina y diabetes ya se encuentran en niveles epidémicos en todo el mundo.
Claramente, ha sucedido algo dramático para aumentar la prevalencia tan drástica. Según Taubes, ese cambio es debido al acceso y disponibilidad del azúcar refinado, y posteriormente, por la adición al jarabe de maíz de alta fructosa.

La Ciencia del Azúcar

Taubes culpa por lo que sucedió después tanto a la comunidad científica y médica, como a la propia industria azucarera. Simplemente no entendían cómo realizar unas buenas prácticas de ciencia alimenticia.
En un reciente artículo de opinión de Los Angeles Times,1 la periodista de investigación, Nina Teicholz también expone un argumento, al decir que la industria azucarera no necesariamente merece ser utilizada como chivo expiatorio, ya que una gran cantidad de diferentes productores de alimentos se beneficiaron ampliamente de la demonización de las grasas alimenticias, especialmente las industrias de los aceites vegetales y granos.
Pero, ¿cómo es que la todos dejaron pasar el hecho de que el azúcar causa diabetes? Como explica Taubes, la gran mayoría de los casos de diabetes están asociados con la obesidad, por lo que los médicos y nutriólogos simplemente dedujeron que la obesidad debía ser la causa.
Y dado que se pensaba (incorrectamente) que la obesidad era causada por comer demasiado y hacer muy poca cantidad de ejercicio (la teoría del equilibrio energético), el rol del azúcar en la diabetes continuó sin ser reconocido.
Por otra parte, puesto que se asumió que todas las calorías eran iguales, el azúcar no fue considerado diferente de cualquier otro carbohidrato. Hoy en día, sabemos que simplemente esto no es cierto.
"En el libro, me referí a esto como algo que continúa ocurriendo. Porque una vez que la investigación sobre la obesidad decidió que la obesidad era simplemente causada al tomar más energía de la que gastamos, y por lo tanto todas las calorías son equivalentes, entonces eso se convirtió en el argumento de defensa de la industria azucarera.
A principios de los ‘20s, la industria del azúcar formada por la Asociación Azucarera pusieron anuncios en los periódicos, lo que impulso el consumo de azúcar cuando los médicos que investigaban apenas empezaban a sospechar sobre el azúcar y la diabetes.
Ellos dijeron: 'Mire, esto no engorda. Es bajo en calorías. Una cucharadita de azúcar es solo 16 calorías. Cinco cucharaditas tienen menos calorías que una manzana. Por lo tanto, disfrute de su azúcar. La importante son las calorías’.
En ese momento, ellos lo anunciaron basados en una ciencia muy deficiente, [al mostrarlo] como algo beneficioso, que le proporcionaba una mayor cantidad de energía (lo que si hace en un corto plazo), es bueno para los resfriados y su sistema inmunológico durante el invierno, y es bueno para refrescarse con una limonada durante el verano...
Ellos se sustentaron en una ciencia deficiente... [al sugerir que] la obesidad es solo un problema de balance energético, y les funcionó...
[E]l año pasado, el New York Times informó que la Coca Cola había financiado algo llamado The Global Energy Balance Network.
Esto estaba constituido por investigadores que señalaban que no obtiene un exceso de peso o se enferma de diabetes debido a la cantidad que consume de Coca Cola; sino por consumir más calorías de las que gasta. Por lo tanto, debe gastar más y hacer ejercicio...
Una vez que el New York Times lo señaló, inmediatamente Coca Cola se percató de que esto se trataba de una mala jugada de relaciones públicas y lo hizo retroceder. Las universidades devolvieron el financiamiento. Pero todavía intentan [decir que] no se trata de Coca Cola, sino que se trata de un exceso de calorías".

El Azúcar en Tiempos de Guerra

Conforme comenzaba la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos se dio cuenta de que el azúcar tendría que ser racionado ya que una gran parte del comercio del azúcar se perdería. Para suavizar el golpe, comenzaron a advertir a los habitantes en los Estados Unidos acerca de los peligros del azúcar para su salud, para utilizar eso como una manera de dar un giro positivo a la situación.
Por otra parte, la industria azucarera se puso nerviosa. No querían que los hábitos de consumo de azúcar de las personas cambiaran o fueran radicalmente alterados.
Tuvieron que encontrar una manera de asegurarse de que las personas reanudarían su consumo de azúcar, tanto como fuera posible, después de la guerra.
Con ese objetivo, The Sugar Association comenzó a financiar una investigación en 1942, para demostrar que el azúcar es realmente beneficioso para las personas; y también, para buscar nuevas aplicaciones del azúcar. Fred Staere y Ancel Keys fueron dos destacados investigadores financiados por The Sugar Association.
Stare, quien dirigía el departamento de nutrición de Harvard, consideró que era parte de su trabajo recaudar dinero de la industria. Él lo discutió orgullosamente en sus memorias. Recaudó millones de dólares de la industria azucarera y de la industria de los cereales, y proporcionó lo que fuera necesario, ya fuera un testimonio en un Congreso o discutir los beneficios del azúcar, en la radio o televisión.
"Posteriormente, [en] 1977, esto fue expuesto por Mike Jacobson del Centro para la Ciencia en el Interés Público. Sin embargo, durante casi 20 años, Fred Stare y el departamento de nutrición de Harvard—que fueron en parte financiados por la industria azucarera—impulsaron la creencia de que las grasas eran el problema y que el azúcar era inofensivo", dice Taubes.
"En los años ‘80s, [el consumo de azúcar] comenzó a aumentar nuevamente--en parte, debido al éxito de la idea de que las grasas eran el problema...
Un ejemplo representativo de eso es el yogur, en el cual se elimina un poco de grasa y agrega jarabe de maíz de alta fructosa para cambiar la sensación y el sabor de la boca, y termina con un yogur azucarado y afrutado que nadie sabe que es malo y puede presentarse como un alimento saludable, ya que tiene bajo contenido en grasas...
Tiene todos estos jugos explosivos: Snapple, SoBe iced teas, en los cuales todas las calorías provienen del jarabe de maíz de alta fructosa, pero las personas no se percatan de que es azúcar.
Esto continuo así a lo largo de los últimos años de los ‘90s, cuando de repente nos dimos cuenta--basados en un par de informes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)--que hay una epidemia de obesidad. Ese primer informe realizado en 1995, recibió una gran cantidad de atención de los medios en 1998...
De repente, en 1999, el consumo de azúcar alcanzó sus números máximos... Yo creo que, parte de lo que sucedió es que nos dimos cuenta de que el jarabe de maíz de alta fructosa también es azúcar.
Aunque, cuando empecé a informar de esto a principios de los años 2000, incluso la mayoría de los investigadores no lo entendieron.
Hablé con epidemiólogos de Harvard, gastroenterólogos, personas que estudiaban, la fructosa, el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa o el azúcar, y no entendían que todos estos eran combinaciones aproximadas de 50/50 de ambas [glucosa y fructosa]".

Vínculos Sorprendentes entre el Azúcar y Tabaco

Asimismo, Taubes describe cómo el azúcar y tabaco están vinculados--una sinergia que no es totalmente intuitiva. Claro, las mismas estrategias científicas que la industria del tabaco utilizó para apoyar su producto también fueron copiadas por la industria azucarera para apoyar el consumo de azúcar. Pero ese no es el único vínculo que hay entre estas dos industrias.
Curiosamente, Taubes afirma que el azúcar probablemente ha matado a más personas que el tabaco, y que el tabaco no habría matado a tantas personas como lo hizo sin el azúcar. En sí misma, esta es una fascinante historia, que Taubes detalla más profundamente en su libro.
En resumen, la gran revolución en el procesamiento del tabaco en el siglo XIX fue algo llamado "tabaco curado por calor artificial". El cual fue referido como una de las invenciones más mortíferas en la historia de la humanidad; peor que las armas de fuego y armas nucleares, en relación a cuántas personas ha matado. El proceso consiste en secar las hojas de tabaco sobre placas de hierro calentadas.
Aparte de secar las hojas, este proceso también aumenta el contenido de azúcar en las hojas. Las hojas de tabaco, que comienzan con aproximadamente un 3 % de azúcar, terminan con un 22 % de azúcar después de terminar con este curado.
El curado por calor artificial se realiza para que el tabaco sea más fácil de fumar. Cuanto mayor es el contenido de azúcar en las hojas, más ácido es el humo y más fácil es inhalarlo sin tener irritación y tos.
En otras palabras, crea un humo "más suave". El tabaco curado por calor artificial permitió que los cigarrillos fueran inhalables, de una forma en que el tabaco de pipa o de cigarro no lo eran.

El Nacimiento de Camel

Hasta 1913, los cigarrillos en los Estados Unidos eran elaborados a partir del tabaco Virginia curado, que también tenía un contenido de nicotina muy bajo; y por lo tanto, no era particularmente adictivo.
En ese momento, R.J. Reynolds decidió mezclar el tabaco Burley (un tabaco para mascar conocido como tabaco Burlier Plug) con el tabaco Virginia curado.
"La cuestión sobre este tabaco para mascar era que estaba marinado. Esta fue otra invención en el siglo XIX. Esto es lo que ellos llaman salsa de azúcar.
Básicamente, toma estas hojas que pueden absorber el 50 % de su peso en azúcar. Las marina en azúcar, jarabe de arce, regaliz, especias, y obtiene un tabaco para mascar con un maravilloso sabor. Al hacerlo, hace que el tabaco Burley pueda ser inhalado.
Esto le proporciona un maravilloso sabor aromático, y el tabaco Burley tiene un alto contenido de nicotina. Esta nicotina es muy disponible", explica Taubes.
El primer cigarrillo mezclado de su tipo, Camel, fue producido en 1913. Era fácil inhalarlo y contenía grandes cantidades de nicotina, gracias a la inclusión del tabaco Burley.
También, contenía grandes cantidades de cancerígenos. Camel se volvió muy popular, y para los años ‘20s, era la marca de cigarrillo más popular en los Estados Unidos. En los años ‘30s, prácticamente cada cigarrillo en los Estados Unidos contenía principalmente una mezcla de tabaco Burley y Virginia curado por calor artificial.

La Mezcla de Humo con Alto Contenido de Azúcar Aumento la Tasa de Cáncer Pulmonar

Antes de Camel, el cáncer de pulmón era prácticamente inexistente. En las décadas siguientes, las tasas de cáncer pulmonar aumentaron--y todo es como resultado del elevado contenido de azúcar que contienen la hoja de tabaco curado.
Muy recientemente, el investigador también ha demostrado que utilizar fertilizantes fosfatados podría ser un factor que contribuya. Los fertilizantes de fosfato en realidad están contaminados con polonio radiactivo, que contamina la planta y es inhalado cuando fuma las hojas.
"Una vez más, uno de los primeros mensajes que obtengo de esto es entender que la relación entre la alimentación, medio ambiente y nuestra salud es un trabajo terriblemente difícil. Algo que repito varias veces en el libro es que tratamos de entender la causa de las enfermedades crónicas que tardan décadas en manifestarse...
La ciencia es realmente dura y como resultado, una buena suposición del trabajo es tomar todo con escepticismo. Pero hay que establecer ciertos sistemas inherentes de creencias. Uno bueno es que, si no lo consumíamos hace 2 000 años, es posible que no lo debamos consumir ahora", dice Taubes.
"Creo que a la industria azucarera—ya que señalan que la evidencia no es inequívoca--le incumbe señalar qué se debe hacer una investigación para resolver esta cuestión. No es suficiente decir: "Mi cliente es inocente porque no hay suficiente evidencia para condenarlo".
El punto es que hay muchas pruebas. ¿Qué se necesita para resolver este problema? Podría hacer eso con la investigación, ensayos aleatorios controlados...
Tiene este problema, el cual es: ¿Cuál es el desencadenante ambiental de la enfermedad? Creo que es el azúcar. Agregue el azúcar a cualquier población--los asiáticos del Sudeste ya consumen mucha cantidad de arroz y trigo, y tenían una alimentación baja en grasas, pero eran relativamente sanos hasta que comenzaron a consumir el azúcar en grandes cantidades.
Los inuit consumen casi exclusivamente productos de origen animal de animales marinos y peces y caribús. Añadimos azúcar, y ahí está, se obtienen las mismas enfermedades. Esa es la cuestión que aborda este libro".

¿Cómo una Pequeña Cantidad de Azúcar Continua Siendo Demasiado?

Es tentador decir que comer azúcar "con moderación" es la respuesta. Pero, ¿cuánto es una cantidad moderada? Como señaló Taubes, la moderación se define como "la cantidad que se puede consumir para no engordar o enfermarse de diabetes". Pero para algunas personas esto podría significar no consumir ninguna cantidad, si están genéticamente predispuestos a la obesidad.
A nivel social, alrededor de 70 libras de azúcar per cápita anuales es donde comienza a observar una incidencia de diabetes masivamente mayor.
Teóricamente, es posible que mantenerse debajo de eso, como por ejemplo, 25 o 40 libras anuales, le permita mantenerse saludable. Sin embargo, cuando el azúcar es algo que se puede conseguir tan fácilmente, porque se encuentra en todos lados ¿realmente será capaz de permanecerse por debajo de cierto nivel? ¿O sería más fácil dejar de consumirlo por completo?
Al igual que con el tabaco, el azúcar tiene una calidad adictiva, y el consumo puede salirse de control cuando consume una gran cantidad de ello por medio de los alimentos procesados.
"Claramente, algunas personas pueden lidiar con cantidades moderadas de azúcar, y otras personas no pueden", dice Taubes. "Me resulta mucho más fácil no comer nada en absoluto que tratar de comer con moderación. Mi esposa puede pedir un maravilloso postre en un costoso restaurante, tomar dos bocados, y alejarlo de ella. Y ahí termina todo. No soy ella”.
Taubes discute el potencial de la adicción del azúcar en su libro, al explicar cómo el azúcar afecta el centro de la recompensa en su cerebro, el núcleo accumbens.
El azúcar, al igual que otras sustancias adictivas y comportamientos, desencadenan secreciones de dopamina. Con el tiempo, aumenta a unas cantidades más elevadas de la sustancia en cuestión, para obtener la misma respuesta de "sentirse bien" de la dopamina.
"Hay un investigador francés que estudiaba la adicción al azúcar en los roedores, y descubrió que podría volver adicta a una rata a la cocaína o la heroína, [entonces] le ofrecía azúcar en vez de cocaína o heroína y cambiaría al azúcar en un día.
Si solo pudiera obtener azúcar o cocaína, desde entonces seguiría prefiriendo azúcar sobre la cocaína. Una vez más, hay razones para creer que se trata de una sustancia altamente adictiva. Pero también, es claramente adictiva de manera diferente a estas otras sustancias", dice Taubes.

Más Información

Esta entrevista apenas ha mostrado superficialmente lo que aborda Taubes en su libro, "The Case Against Sugar", por lo que, para saber más al respecto, le recomiendo obtener una copia. Creo que desempaña un papel significativo en ayudar a las personas a entender cómo y porqué han ocurrido las actuales epidemias de obesidad y diabetes.
Es el mejor libro que he leído sobre la historia del azúcar, y creo que sería una buena adición en la biblioteca de salud de todas las personas.
Una vez que aprecia más ampliamente los peligros del azúcar, es posible que finalmente este más motivado para eliminarlo de su alimentación.
Puede ser difícil al principio, pero una vez que disminuye su consumo de azúcares añadidos y otros carbohidratos (carbohidratos totales sin fibra), lo cual permitirá a su cuerpo empezar a quemar grasas como su principal combustible de nuevo, los antojos de azúcar DESAPARECERÁN y no tendrá que luchar--por más tiempo--para abstenerse de consumir comida chatarra. En ese momento, tener una alimentación saludable se vuelve una cuestión sin hacer esfuerzo.
"Yo añadiría que... si entendemos cómo llegamos aquí, la historia, y nos preparamos con estos hechos y somos conscientes de cómo llegamos a este punto, o como, en efecto [cómo] toda la población... [ha] sido transformada por esta adicción--literalmente, [somos] una especie diferente de lo que éramos antes de que el azúcar entrara en nuestra alimentación-- sin duda, creo que esto nos ayudará a entenderlo desde una perspectiva histórica", dice Taubes.
 TOMADO DE:  http://articulos.mercola.com/
PUBLICADO EN: http://victorianoysocialist.blogspot.com/
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