domingo, 11 de junio de 2017


¿Cuándo va a aceptar la izquierda israelí que la ocupación se inició en el 48 y no en el 67?


972mag

10-06-2017


 Sólo cuando la izquierda israelí acepte que la ocupación comenzó en 1948 -y sigue siendo una herida abierta para los palestinos– podrán realmente árabes y judíos dejar de ser enemigos.

Una de las características negativas de “izquierda” israelí es cómo denomina al régimen militar de Cisjordania y la Franja de Gaza: “la ocupación”.
 Incluso acusa a los palestinos que afirman que no hay diferencia entre Petah Tikva y Ariel de ser como la derecha, porque “eso es lo que afirma la derecha israelí”. 
Sin embargo, para la mayoría palestinos, esta exagerada y orwelliana cháchara acerca de “la ocupación” difumina la verdadera vergüenza de Israel y el esqueleto enterrado profundamente en el armario:
la ocupación brutal y criminal de 1948.
La limpieza étnica y la expropiación masiva de tierras y luego la ocupación de esa tierra, son la madre de todas las desgracias, incluso si los israelíes se niegan a reconocerlo como tal en público, e incluso si tratan forzadamente de hacer caso omiso de lo que la mayoría de los árabes están diciendo. 
Con la designación de la ocupación del 67 como “la ocupación”, los israelíes pretenden, entre otras cosas, tanto oscurecer como evitar cualquier compromiso con la Nakba
La mayoría de la supuesta izquierda israelí se compone realmente de quienes niegan la Nakba.

Una de las afirmaciones más gastadas utilizadas para evitar referirse a los crímenes del 48 como una “ocupación”, es que la Nakba o la “Guerra de Independencia” -para usar la lavada expresión sionista- eran necesarias para el proyecto nacional de establecer un Estado para el pueblo judío después de la Segunda Guerra Mundial.

Otra pretensión, presentada en su mayoría por la derecha israelí, es que los palestinos rechazaron el plan de partición de la ONU de 1947. 
Esta afirmación siempre me ha parecido vacía de cualquier fundamento o lógica básica y por lo tanto no vale la pena abordar. 
Vamos a ver si los que apoyan esta afirmación están de acuerdo en compartir sus hogares y tierras con personas que han llegado del extranjero para despojarlos y luego podemos hablar de ello.

¿Un proyecto nacional?
El argumento de que era necesario establecer un Estado a expensas de la población nativa, que justifican debido a la persecución sufrida por los ocupantes, es patética en el mejor de los casos. 
Muchas buenas personas ya han hablado de la cínica explotación del sionismo de la memoria de las víctimas del Holocausto
Pero para los oídos de los palestinos, estas autojustificaciones junto con la exagerada verborragia sobre “la ocupación”, como si no hubiera ningún otro desastre que dejó una herida abierta, suena más que patético.

Estas declaraciones están destinadas a difuminar la responsabilidad de los israelíes por esos hechos de sangre. 
Es importante para los corazones sangrantes de los sionistas izquierdistas que proclaman que los árabes y los judíos no necesitan ser enemigos, escuchar y entender a los palestinos cuán traumático es todavía lo ocurrido en el 48 - y cuánto impacta hasta hoy- incluso para la tercera generación después de la Nakba.
No es sólo la diáspora de millones de refugiados de la Nakba cuya mayoría vive en condiciones precarias en los campamentos. 
Es también la falta de reconocimiento de la injusticia más grande jamás hecha al pueblo palestino. 
Cuando tú no reconoces tu responsabilidad directa de la catástrofe de otro, ¿cómo se puede esperar que vivan contigo en paz o crea en tus consignas de convivencia?

Vivir en el pasado
Por lejos, son demasiados los israelíes que tratan de eximirse de los reclamos de los palestinos del no reconocimiento de los hechos del 48, que sigue siendo una herida abierta, y se sienten a gusto predicando a los palestinos que deben “dejar de lado el pasado”
Y este discurso viene de las personas que se conducen con el regreso a la tierra de sus antepasados ​​de hace miles de años. 
La hipocresía no tiene límites.

Miles de israelíes asisten a una manifestación de la izquierda pidiendo una solución de dos estados para el conflicto palestino-israelí, Plaza Rabin en Tel Aviv, 27 de mayo de 2017. (Flash90)


Ignorar y olvidar el pasado es otra característica negativa de la “izquierda israelí”
Los israelíes hacen uso constantemente de su derecho bíblico sobre Palestina y continuamente recuerdan al mundo su persecución en el pasado, así que son precisamente los izquierdistas de quienes se habría esperado que comprendan la insistencia de los palestinos en recordar los crímenes de su pasado. 
Especialmente cuando esas mismas personas perseguidas son los que causaron estas injusticias.
Mientras no se encuentre una solución al sufrimiento de los palestinos -que todavía está en curso con el consecuente sufrimiento- la Nakba nunca va a desaparecer del discurso palestino. 
Los árabes todavía están siendo expulsados ​​de sus hogares para entregárselos a los colonos y no sólo más allá de la Línea Verde (véase, por ejemplo, Umm al-Hiran y cómo las ciudades mixtas están siendo judaizadas).

La triste verdad es que el reconocimiento de la Nakba requiere el reconocimiento de la ocupación original de 1948 y los israelíes tienen miedo de enfrentarse a ello. 
Pueden gritar consignas de paz eternamente, pero en tanto en cuanto se ignoran los derechos de los refugiados de 1948 a regresar a su tierra a expensas de los colonos en Ein Hod, por ejemplo, esas palabras no tienen sentido.
¿Quieres colaborar con los palestinos como iguales? 
¿Quieres insistir en que te niegas a verlos como enemigos? 
¿Quieres fortalecer los valores reales de la izquierda? 
Entonces comienza a repetir: la ocupación lleva 69 años, no 50. 
Cuando más israelíes se unan en torno a esta línea de pensamiento y dejen de negar la Nakba, tal vez entonces más y más palestinos comenzarán a negarse a verlos como enemigos.

Este artículo fue originalmente publicado en hebreo en Local Call.

Traducido del inglés para Rebelión por J.M.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.


Refugiados palestinos en 1948.

 La Nakba es un término árabe (النكبة) que significa "catástrofe" o "desastre", utilizado para designar al éxodo palestino (en árabe الهجرة الفلسطينية, al-Hijra al-Filasteeniya). 
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) son refugiados palestinos las "personas cuyo lugar de residencia habitual era el Mandato Británico de Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948 y que perdieron sus casas y medios de vida como consecuencia de la Guerra árabe-israelí de 1948".
 La UNRWA conjuntamente con una Comisión Técnica designada a tal efecto, presentaron ante La Asamblea General de la ONU, un informe, estimando la cifra en aproximadamente 711.000 árabes. 
Dicho informe deja constancia que estas cifras corresponden a las tarjetas de racionamiento otorgadas por cuestiones humanitarias.
 Los que se vieron afectados antes o durante la Guerra árabe-israelí de 1948 de la parte de Palestina que llegaría a ser el Estado de Israel hacia otras partes de Palestina o a países vecinos, pasando a ser refugiados y desplazados. 
Las estimaciones israelíes son de 520.000 refugiados, en tanto que las fuentes palestinas hablan de 900.000. 
La Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU del 11 de diciembre de 1948 sería la primera en mencionar la necesidad de llegar a un acuerdo equitativo y justo para retorno o compensaciones de los refugiados, sean éstos árabes o judíos. 
Estableciendo como parámetros aquellos que se vieron perjudicados directamente, no siendo abarcativo a sus descendientes. 
En la actualidad, debido a que la ONU considera refugiados a los descendientes de los refugiados de 1948, su número se ha incrementado hasta llegar a los 4 millones. 
El éxodo palestino marca el inicio del problema de los refugiados palestinos, uno de los principales contenciosos del conflicto árabe-israelí.
Sólo un tercio de esos 700.000 (100.000 en Líbano, 60.000 en Siria, 70.000 en Transjordania, 7.000 en Egipto y 4.000 en Irak) son en rigor «refugiados» según la ONU. 
Los 190.000 palestinos que se instalaron en la Franja de Gaza y los 280.000 que lo hicieron en Cisjordania son, según la terminología de la ONU, «desplazados» dentro del propio país. 
Sin que ello vaya en detrimento del desastre humano, a veces se ha reseñado como dato relevante para comprender su verdadero alcance, que tanto los refugiados como los desplazados permanecerán en el mismo dominio lingüístico, religioso y sociocultural.
La expulsión por la fuerza o "desplazamiento obligatorio" de la población autóctona palestina ha visto también otros episodios, como el de 1967 con la Guerra de los Seis Días, tras la cual muchos palestinos se vieron obligados al exilio, muchos de ellos por segunda vez.
 Israel niega toda responsabilidad respecto a los refugiados y la atribuye a los países árabes. La posición mayoritaria en el Estado de Israel respecto al retorno de los refugiados árabes y sus descendientes es que, de concretarse, la existencia de Israel como Estado judío y democrático, pilares fundamentales del sionismo, se vería seriamente comprometida desde el punto de vista demográfico, dado que la población árabe se convertiría en mayoritaria en Israel.7
El día de La Nakba (en árabe: يوم النكبة yawm al-nakba) es el día en el que los palestinos conmemoran el inicio del éxodo (la creación del estado de Israel). Se celebra el 15 de mayo y es la fecha conmemorativa más importante del calendario palestino, siendo conmemorado con protestas y celebraciones también en otros lugares fuera de Palestina.

TOMADO DE:  http://www.rebelion.org y https://es.wikipedia.org
EN: Facebook//Libertad Bermeja y EN: Twitter@ victoriaoysocialista  

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