martes, 27 de junio de 2017




Llamado a boicot electoral de la oposición venezolana muestra su escaso apoyo



El llamado de la oposición venezolana a impedir la celebración de las elecciones del próximo 30 de julio a la Asamblea Nacional Constituyente evidencia el temor de ese sector debido al escaso respaldo popular con el que cuenta, dijo a Sputnik el analista político y periodista Alberto Aranguibel.
“El llamado a boicot electoral muestra el escaso apoyo que tiene la oposición y queda al descubierto la falsa versión que han vendido al mundo entero sobre la realidad venezolana, cuando han planteado que aquí habría una dictadura que impide la expresión popular a través del ejercicio democrático del voto”, añadió el columnista del diario venezolano Correo del Orinoco.
A juicio de Aranguibel, si la oposición contara con el apoyo que le llevó a obtener la mayoría en la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) en 2016, “no tendrían miedo de medirse en una elección como la que viene”.
Por ello, opinó que el plan de ese sector será imponer el terror a la población como estrategia para intentar generar índices de abstención que afecten la consulta popular.
El analista señaló que el mecanismo para infundir terror en la sociedad es el de perseguir “con saña a todo el que parezca chavista”, y consideró que esa acción ha generado miedo porque “han pasado a niveles extremos de odio e intolerancia”.
Aranguibel puso como ejemplo el linchamiento y la persecución de personas en centros comerciales por identificarse con el oficialismo, algo que el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, ha calificado como delitos de odio.
Ese terror que han infundido a la sociedad es para ellos el mejor activo que tienen, porque con él buscan activar esa última oportunidad que tienen, que es la de la desmovilización de la masa crítica que hay hoy en Venezuela, producto de todo el avance, de la madurez y conciencia que tiene el pueblo venezolano respecto a los temas políticos”, expuso.
ESTRATEGIA QUE NO FUNCIONA
Sin embargo, Aranguibel sostuvo que esa estrategia no ha logrado calar como esperaría la oposición, porque “el pueblo venezolano es el mismo del pasado, no es el pueblo ideologizado y politizado del pasado y eso no le sirve a la oposición”.
“Esto no les sirve porque un pueblo consciente es un pueblo que va a atender siempre a la búsqueda de su transformación, a través de un modelo de justicia e igualdad social como el que plantea la revolución y no de retorno al liberalismo que generó hambre, miseria, exclusión y muerte en el pasado como ningún otro modelo”, manifestó.
La dirigencia de los partidos opositores venezolanos tradicionales ha dicho que no participará en el proceso Constituyente que convocó el presidente Nicolás Maduro el pasado 1 de mayo.
En ese sentido, el analista señaló que “lo único que interesa de la oposición al país es la militancia”.
“La dirigencia opositora es un grupo de terroristas que desde el inicio de la revolución ha estado tratando de perturbar la paz y la tranquilidad del pueblo para hacerse con el poder mediante el terrorismo; eso no es un asunto nuevo, no obedece a una situación de coyuntura”, sostuvo.
Asimismo añadió que la dirigencia opositora pasa por encima de la población que los sigue con un ejercicio de “parapolítica”, por ello destacó que el oficialismo no está obligado a medirse con un sector que, a su juicio, representa al terrorismo.
Ningún país en el mundo acepta en el escenario político que haya la participación de un sector que represente al terrorismo y Venezuela no tiene porque ser la excepción”, añadió.
En cuanto a las elecciones del 30 de julio a la Asamblea Nacional Constituyente, Aranguibel aseguró que el objetivo es avanzar en la búsqueda de un consenso nacional con la población que está interesada en que haya un ejercicio pleno de la democracia.
La oposición venezolana se manifiesta en las calles desde principios de abril para exigir la “restitución del orden democrático”, el cual aseguran se ha roto, y desde mayo su principal objetivo es que se suspenda el proceso constituyente.
La mayoría de esas protestas han culminado en caos y enfrentamientos entre manifestantes y los cuerpos de seguridad, dejando 75 muertos, más de 1.300 heridos, además, de cuantiosas perdidas económicas en saqueos de comercios e instituciones del Estado.
La oposición asegura que existen grupos paramilitares aliados al Gobierno que reprimen las movilizaciones junto a los cuerpos de seguridad para asustar a los manifestantes y evitar protestas.
Por su parte, el Gobierno responsabiliza de las víctimas a la oposición y asegura que hay sectores radicales aliados con bandas criminales que buscan generar víctimas fatales para provocar una imagen de ingobernabilidad y promover una intervención.
Sputnik Novosti
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